
Las Ontologías para la Web Semántica
mayo 19, 2012Hoy, usamos muchos instrumentos y dispositivos digitales como si siempre hubieran existido. Pero no siempre estuvieron ahí, a nuestra alrededor, en nuestro bolsillo, como ahora. Cumpliendo las previsiones de algunos rigurosos visionarios, conocedores de la evolución digital, la informática se ha ido miniaturizando y abarantando (Ley de Gordon Moore); y se esta haciendo transparente o invisible (Donald Norman) a nuestro alrededor. Y además, la usamos y nos contectamos a un internet que funciona en una interacción en tiempo real. En realidad estamos ya en el estadio de computació ubicua que avanzava que en 1991 Mark Weiser, que afirma: “Las tecnologías más profundas son las que desaparecen. Ellas se entretejen en el entono que envuelve nuestra vida cotidiana hasta que no se distinguen de ella». (pag. 34, Apuntes III).
Mark avanzó ya hace mas de 20 años las sensaciones de lo que esperimentamos hoy con los dispositivos digitales ubicuos: Esta desaparición es una consecuencia fundamental, no la tecnología, sino de la psicología humana. Siempre que la gente aprenda algo lo suficientemente bien, dejan de ser conscientes de ello. Cuando miras un rótulo en la calle, por ejemplo, absorbes su información sin tener conciencia de esta realizando el acto de leer«….»El equipo científico del economista y premio Nobel Herb Simon llama a este fenómeno «compilación», el filósofo Michael Polanyi lo relaciona con la «dimensión tácita»; el psicólogo y especialista en el conocimientos tradicional, Gibson, lo llama «invariantes visuales»; los filósofos Georg Gadamer y Martin Heidegger hablan, en relación a ello sobre «el horizonte» y la tecnología «prêt-a-proter» y John Seely Brown en el PARC lo llama la «periferia» (dispositivos periféricos). Todos dicen, en esencia, mas o menos lo mismo: que sólo cuando los artefactos ‘desaparecen’, (se hacen transparentes’) de esta manera, estamos liberados para usarlos la ‘barrera del pensar previamente y así focalizar nuestro pensamiento más allá de ellos, hacia nuevas metas».
Ese no tener conciencia del ‘acto tecnológico’ que estamos realizando, va mucho mas allá. Suponemos que hay detras de los dispositvos y de sus tecnologías diseñadores, ingenieros, programadores y unas empresas,… que combinan su trabajo para proporcionarnos estas tecnologías ubicuas que ya nos rodean, pero no solo es éso. El asunto es mucho mas profundo. Procede en su origen de disciplinas científicas desde las que algunos investigadores, tecnólogos e incluso filósofos y humanistas han intervenido en pensar algo previamente, para que después los ingenieros y programadores lo ejecuten para convertir esas ideas en instrumentos y dispositivos digitales que funcionan. No sólo es necesario saber cómo funcionan los instrumentos digitales ubicuos, sino que deberíamos saber también qué conocimiento estructurado profundo los genera para poder comprender mejor nuestro ecosistema digital de comunicación entre humanos y entre máquinas, No solo hay que saber, también es necesario comprender. La matemática, la filosofía y las humanidades estan trabajando juntas para que las máquinas procesen la información de forma adecuada tanto para ofrecerla a los humanos como para ofrecerla a otras máquinas mediante lenguajes explícitos adecuados. No sabemos exactamente qué nombre concreto tendrá la próxima generación de la Web que pero lo que si sabemos es que será una Web semántica que usará tecnologías basada en Ontologías, como las que investiga para su aplicación práctica en la Web el Dr. Bernardo Cuenca Grau en el centro de Computación de la prestigiosa Universidad de Oxford.
El lo mas profundo de la interacción y la ‘conversación’ entre nosotros y nuestros dispositivos, y tambien en la que ellos tienen entre si sin nosotros (mas de la mitad de Internet ya es no-humano), tiene lugar el citado encuentro entra la computación, la matemática y la filosofía, encuentro que se ha convertido en un campo científico de las Tecnologías de la Web de vanguardia de primera magnitud científica. La Universidad de Oxford lo sabe y decidió convertir su Oxford University Computing Laboratory en una referencia mundial ya que en el campo de la Web Semántica se esta dando el tan esperado encuentro entre las Ciencias de la Computación y las Humanidades. Bernardo Cuenca Grau, es un valenciano investigador del Oxford University Computing Laboratory especializado en Tecnologías basadas en Ontologías para la Web Semántica y en Sistemas de Representación del Conocimiento y también muy conocido pro su «WebLearn. A web-based Virtual Learning Environment (VLE). Trabaja en el Information Systems Group de dicho laboratorio que lideran los científicos de la Universidad de Oxford Ian Horrocks y Georg Gottlob.
En este vídeo fragmento de un diálogo mas amplio, el Dr. Bernardo Cuenca, nos explica brevemente las tecnologías basadas en Ontologías para la Web Semántica y cómo funcionan conceptualmente:
Espero vuestros comentarios al respecto.
Al igual que por ejemplo para comprender por qué ciertos acontecimientos históricos ocurren en un momento determinada y no en otro o por qué de una determinada manera y no de otra, es necesario conocer también la «ontología» de estos acontecimientos, conocer los pensamientos, las ideas que nos llevan a eso; me parece también interesante conocer la ontología de la tecnología, pues creo que esto aún no es algo muy conocido (por lo menos en mi caso, que alguna vez me he planteado algunos uso de ciertos dispositivos pero creo que nunca he llegado a encontrar su lenguaje más ontológico). Conociéndola, probablemente, el uso o creación de medios no se convertirá en crear por crear o usar por usar; sino que verdaderamente podremos encontrar cuales son nuestras necesidades y generar lo necesario para estas necesidades; cubriéndose así la aplicación de tal o cual dispositivo sin ser este inservible en un determinado momento.
Berners-Lee (2001) publicó un artículo programático en el que anunciaba el proyecto de la web semántica como una extensión de la actual, dotada de una estructura que permitiera expresar el contenido de las páginas de una forma que los ordenadores pudieran “entenderlas” y que posibilitase tanto la interacción entre ordenadores como entre éstos y los usuarios. Proponía así un nuevo modelo en el que todos sus contenidos estarían descritos y estructurados de un modo que las máquinas podrían comprenderlos. Para que ello fuera posible, Berners-Lee suponía
que en la web de un futuro cercano los ordenadores tendrían acceso a información semánticamente marcada y estructurada, a ontologías que expresarían conceptos, y a conjuntos de reglas de inferencia útiles para llevar a cabo razonamientos automáticos sobre las páginas web que permitiesen a los ordenadores desarrollar tareas inteligentes.
Ahora bien, de acuerdo con las previsiones iniciales este panorama descrito en el 2001 debería empezar a hacerse evidente siete años después. Tal vez porque esta transformación no ha tenido lugar, el W3C (que no olvidemos está dirigido por Berners-Lee) presenta ahora una visión mucho más prudente, orientada hacia la codificación semántica de los documentos y a la
aplicación de nuevas tecnologías y procedimientos de representación del conocimiento con el fin de mejorar el acceso a los recursos de la web.
¿Significa esto que la web semántica será, entonces, una realidad en el futuro? Cada vez más analistas creen que es poco probable que se haga realidad el lado más visionario del proyecto, ni a corto ni a medio plazo.
De lo que no cabe duda es que aportará muchas cosas por el camino y provocará cambios duraderos y decisivos que ayudarán a tener una Web mucho mejor en el futuro. Un ejemplo fácil lo tenemos en la potente idea de la separación entre presentación y contenido de los documentos web.
¿Qué metodología se impondrá para la generación
de esta futura Web: el procesado manual o el semiautomático?
Por un lado, las descripciones de los contenidos y las ontologías elaboradas por expertos humanos
son de gran calidad, aunque su coste en tiempo y dinero
es inabarcable (además cabe la posibilidad de fraude);
por otro, la utilización de herramientas automáticas
para agilizar el desarrollo de las descripciones y las ontologías
supone una disminución considerable de los
costes, a cambio de descripciones y ontologías más someras
(a menudo meras taxonomías o clasificaciones)
que, además, pueden ser erróneas, y que difícilmente
satisfacen las exigencias mínimas de las especificaciones
del W3C.
Finalmente, quizás lo más probable (y apropiado)
consista en una aproximación mixta, es decir, la coexistencia
de descripciones y ontologías manuales junto
con las automáticas. Las primeras, utilizadas cuando
el dominio o tarea requiera descripciones y ontologías
de gran calidad, y se disponga de los recursos necesarios.
Las segundas, cuando el dominio o la tarea en
cuestión suponga una tarea inabarcable para un experto
humano, bien por su magnitud, bien por su naturaleza
cambiante.
En todo caso es de esperar que los logros aportados
por este nuevo entorno web sean adecuadamente
incorporados a cualesquiera otros escenarios dedicados
a la gestión de la información documental, como es el caso de la sanidad en Inglaterra que nos ha expuesto Bernardo Cuenca
Las máquinas inteligentes, capaces de razonar y comprender, han sido y siguen siendo un gran filón para la ciencia ficción (hemos visto todo tipo de robots inteligentes en el cine), pero parece que todavía hay un gran camino por recorrer y que no siempre las previsiones se cumplen en el periodo de tiempo estimado (como ocurrió con la previsión no cumplida de Berners-Lee que comenta Encarni). En cualquier caso, parece que la siguiente generación de la web será la de la web semántica, y que ése es el camino a seguir. En ese sentido, me parece importante tener en cuenta los dos campos que se subrayan en este post: el teórico y el práctico. Es decir, es importante atender a la filosofía que hay detrás de la tecnología y de las innovaciones que nos invaden a gran velocidad. Poco a poco «desaparecen», se vuelven «transparentes» y las integramos e interioricemos quizá sin hacernos preguntas. Sin plantearnos por la ontología de dicha tecnología, de las relaciones que hemos desarrollado con ella, de lo que suponen, de qué inteligencia ambiental nos han proporcionado y cómo cambia ello nuestro entorno y nuestra actividad, del rol que desempeñamos nosotros y las máquinas… En la carrera de las innovaciones tecnológicas que a veces parecen caer «sin más» en nuestras manos, es importante pararse a pensar en ellas.
Pero al mismo tiempo, me parece muy importante no descuidar el lado pragmático de la tecnología y avanzar con cabeza, sabiendo por ejemplo qué aplicaciones ventajosas, qué utilidad beneficiosa nos proporcionará la web semántica y la representación del conocimiento. Bernardo Cuenca aboga por el lado práctico en su trabajo y es muy interesante el ejemplo que pone sobre cómo utilizan en los hospitales ingleses el razonamiento automático. Al fin y al cabo, si el desarrollo de las nuevas tecnologías se hace con sentido, aunando su trasfondo filosófico/teórico y su propuesta práctica, se avanzará en pro del bien común y del conocimiento.
Me parece mu interesante de vídeo de la entrevista al Dr. Bernardo Cuenca. Me llama la atención ese resumen de lo que significa trabajar en ontología en informática: cómo hacer explícito lo implícito. Veo que este novedoso campo de la computación es muy amplío pero que puede dar resultados muy útiles para el progreso de la humanidad. Pienso que, como el señor Cuenca, este nuevo conocimiento que quiere hacer explícitos los conceptos que manejamos habitualmente está bien si se le logra sacar utilidad práctica, si sirve para algo. En particular, la próxima Internet semántica que yo espero ver en un futuro no muy lejano
Hace unos días retuiteé el siguiente enlace: http://venturebeat.com/2012/05/19/silicon-valley-needs-humanities-students/?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+Venturebeat+%28VentureBeat%29
Se trata de una noticia sobre Silicon Valley que reclama estudiantes de humanidades, filósofos. Como podemos inferir del artículo la búsqueda de la visión estratégica y la creatividad se encuentran en la filosofía para poder desarrollar una tecnología óptima para nuestros contextos.
Esta noticia está en relación con el contenido del post de Adolfo.
Adolfo destaca en el texto (y también en la entrevista a Dr. Cuenca Grau) la interacción y la ‘conversación’ entre nosotros y nuestros dispositivos (entre ellos también) y lo que ello supone: la representación del conocimiento que ya puede procesar una máquina. En otras palabras, estamos ante una acción que sólo era exclusiva del ser humano y que ha comenzado paulatinamente a compartirse con la tecnología: la interpretación de la realidad circundante. La web 3.0 con su relación y desarrollo ontológico, fortalece esa relación interpretativa por parte de la máquina. Parece que la ontología informática tiene más que ver con otra rama de la filosofía, la epistemología, que con su homónima. ¿Qué conocemos? ¿Conoce e interpreta una máquina? Y por otro lado, está muy relacionada con el ámbito de la filosofía del lenguaje. Ambas áreas del conocimiento filosófico son esenciales para el análisis de la realidad y la explicación de la misma.
Aunque siempre suene a Sci-Fi -y como apuntaba Mikel: hay muchas películas que tratan sobre máquinas inteligentes- el camino hacia la Inteligencia Artificial tiene unos pasos dados. Aún falta para que Hall-9000 sustituya a mi toshiba portátil, pero la web semántica supone una vuelta de tuerca más en el trabajo de interpretación de la realidad por parte de la propia máquina (hay ejemplos que apuntamos en un post anterior como la edición invisible que efectúa Google de una manera automática para “interpretar” nuestras búsquedas).
Se me viene a la cabeza la cita (visual) de Blade Runner: “Más humanos que los humanos”, el lema de la Tyrell Corporation, la empresa creadora de los androides replicantes. Y es que por esta razón (porque estamos tratando con el sentido del conocimiento, del saber, de la educación en definitiva) es necesaria una visión humanista de la tecnología que investigue en este campo, que utilice la filosofía para proceder con cautela en un terreno que es necesariamente cercano.
[…] noticia está en relación con el contenido del post deL profesor Adolfo Plasencia: https://aprendizajeubicuo.wordpress.com/2012/05/19/las-ontologias-para-la-web-semantica/#comments. Plasencia destaca en su texto (y también en la entrevista que realiza al Dr. Cuenca Grau) la […]
Me parece un post muy interesante así como también los comentarios de los compañeros, los cuales han abarcado el tema desde diferentes ámbitos. Por un lado el hecho de que un dispositivo llegue a convertirse en transparente para el ser humano es un hecho claro de hasta el punto en el que se ha integrado en la vida ya que no significa ningún problema sino una ayuda que está siempre ahí y a la que nos hemos acostumbrado a vivir. Respecto a las máquinas inteligentes, recurso muy utilizado sobre todo en cine, me parece un gran adelanto en la tecnología pero del cual soy partidaria mientras signifique una ayuda para el ser humano y no llegue a convertirse en un problema, por ello que sirva como herramienta para mayor comodidad y servicio pero nunca llegando a «saber demasiado» y llegue a plantear un problema.
Los que pertenecemos a la generación de la inmigración digital sí pienso que nos cuestionamos bastante el funcionamiento de la tecnología que nos rodea y prácticamente nuestra capacidad de admiración por dicho funcionamiento pertenece intacta.
Otra cosa son los que han crecido con todos esos medios al alcance de su mano. Me imagino que les pasará como nos pasa a la gran mayoría con las cosas más comunes que nos rodean, por ejemplo, el funcionamiento de un reloj,…, lo único que nos interesa es que nos indique el tiempo que va pasando.
Evidentemente la tecnología basada en las matemáticas debe estar «iluminada» por la filosofía y las humanidades. Hablamos de una forma de vida, al igual que su ausencia nos da una forma de vida distinta.
Es sorprenderte la cantidad de cosas que usamos cotidianamente sin pararnos a reflexionar sobre ello, sin comprender como dice Adolfo, es necesario comprender. Tenemos la tecnología tan ubicua, integrada y transparente que sólo nos interesa su utilidad, más aún para los que la han utilizado desde siempre, como dice María.
Este post es muy profundo, cercano a concepciones filósoficas, Destaco la definición que expone Eduardo Cuenca Grau de ontología, como «documento en un lenguaje formal que describe un dominio concreto», aunque el término es complejo. Surgen diversas ontologías, cada una para un dominio, que deben ser procesadas por las máquinas, para que puedan interpretar informaciones, desarrollar proyectos y aplicaciones útiles a la sociedad.
La aplicación a la informática del concepto de la ontología, conocer lo primero, para comprender esta representación del conocimiento, que a su vez es interdisciplinar, uniendo las áreas de las matemáticas, de la filosofía y de la informática. Como dice Rosario es bastante desconocido, yo personalmente no había oido hablar de ello.
Efectivamente por eso, detrás de la web semántica y de la representación del conocimiento en la que trabajan las máquinas e investigadores como Bernardo Cuenca, está la interdisciplinariedad que se empieza a exigir a casi cualquier estudio que se realice en este campo. Este es justo uno de los puntos sobre el que pivota buena parte de la labor que realiza Google Inc. y que se puede comprobar en el siguiente artículo que encontré documentándome sobre este asunto:
http://www.cenatic.es/hemeroteca-de-cenatic/3-sobre-el-sector-del-sfa/39923-javier-tordable-recomienda-a-los-futuros-ingenieros-que-apuesten-por-el-open-source-para-incorporarse-al-mercado-laboral.
Por cierto, me llama poderosamente la atención el profundo y laborioso trabajo que está realizando con el Snomed, el Sistema Nacional de Salud inglés que por otro lado, entiendo que debe llevar aparejada una partida presupuestaria específica para la campaña de formación destinada a los miles de trabajadores de la sanidad de aquel país a los que habrá que enseñarles cómo utilizar una herramienta que exigirá una puesta en común y el aprendizaje de conceptos en todas y cada una de las ramas de la medicina!… digo ésto porque, aunque el Dr. Cuenca dijo que era precisamente un ejemplo de web semántica, no deja de ser un paradigma que, para llegar hasta ella, para alcanzar la web interpretativa, detrás tenga que existir un trabajo de semejante envergadura.
La ontología desde el punto de vista de la informática es un documento en un lenguaje formal que describe un dominio. Es un concepto que se puede relacionar con la Web semántica y Bioinformática, ya que dada una expresión la máquina para realizar un procesamiento automático necesita del uso de un lenguaje lógico que se aplique a una inteligencia artificial para obtener inferencias automáticas y hacer explícito lo que está implícito en aquella expresión. “Snomed” es una ontología enorme de más de medio millón de conceptos y el sistema sanitario británico está digitalizando todos los expedientes médicos utilizando la ontología Snomed, llegando a utilizar términos que estandarizan los diagnósticos realizados.
El Dr. Bernardo Cuenca trabaja básicamente en dos temas:
1.- Averiguar cuál es el lenguaje apropiado para representar lo que determinadas aplicaciones necesitan representar. Investigar la disyuntiva cuántas cosas se pueden decir con un determinado lenguaje y cuán complejos serán los algoritmos que se van a utilizar para manipular, procesar una información.
2.- Generar servicios a depurar ontologías, a integrar ontologías diferentes.
La representación del conocimiento está a caballo entre las matemáticas, la filosofía y la informática. La preocupación fundamental debe ser entender la teoría y desarrollarla para llegar a aplicativos útiles.
[…] Cabañas, J. (mayo, 2012). Las Ontologías para la Web Semántica. Entrada publicada en el Blog: Aprendizaje ubicuo. recuperado de: https://aprendizajeubicuo.wordpress.com/2012/05/19/las-ontologias-para-la-web-semantica/ […]