
Sólo las mujeres pueden tener avatares femeninos
mayo 13, 2014La red nos permite poder ser lo que queremos, lo que deseamos que piensen los demás que somos, o lo que en la vida real no nos atrevemos a ser. El cambio de género en los perfiles con los cuales nos comunicamos o presentamos en la red no es un fenómeno nuevo, puede decirse que existe prácticamente desde que surgió Internet, a esta práctica se le denomina gender-switching.
Los mundos virtuales como “Second life” o juegos como “World of Warcraft” (WoW) pertenecientes a los llamados videojuegos de rol multijugador masivo en línea (MMORPG) han permitido durante años a los jugadores experimentar con otras identidades de género. Son muchos los que simulan ser hombres o mujeres siendo biológicamente lo contrario.
En 2007, saltó la noticia de que una importante compañía china de MMORPG prohibía travestirse a los hombres, especificando que sólo mujeres podrían tener avatares femeninos. Para ello, les obligaban a los jugadores a realizar una comprobación a través de sus webcam. Rápidamente la red se hizo eco y muchos comenzaron a indagar, llegando a la conclusión de que parecía ser un bulo lanzado para incitar la reflexión.
Muchos son los expertos que han llevado a cabo estudios para determinar por qué las personas utilizan avatares de género opuesto al suyo cuando interactúan en red. Y ofrecen datos que nos indican que al menos un 54% de hombres han jugado o juegan con avatares femeninos y un 70% de mujeres han usado o usan avatares masculinos. Las razones que destacan para ello van desde conseguir ventajas en el juego, tales como mejor trato por parte de otros jugadores o regalos de armas o dinero, hasta como medio para promover la experiencia de juego en un mundo virtual de una manera diferente.
Los propios jugadores de MMORPG (Juegos de Rol Masivos Multijugador On-Line)se han hecho eco en sus foros de la polémica y muchos explican motivos de por qué utilizar avatares de género opuesto, coincidiendo con muchos de los resultados de los estudios, además de recurrir a temas de índole más sexual. Pues muchos no están de acuerdo con el cambio de género porque además de jugar buscan flirtear con otros avatares y se sienten engañados cuando descubren la verdadera identidad de género del otro jugador. Mientras otros dicen que: “Cuando roleas interpretas, es puro teatro, empatía hacia tu personaje…Diviértete con el halo de posibilidades que esto te ofrece”, invitando a otros jugadores a experimentar lo que deseen sin importarle lo que otros puedan decir.
Todo esto nos lleva a destacar que desde hace dos décadas se ha iniciado una profundización en la investigación sobre la identidad de las personas en torno al género, es decir, la exploración de los roles masculinos y femeninos encarnados indistintamente por hombres y mujeres. La identidad de género suele confundirse, a nivel popular, con la orientación sexual cuando realmente no tiene mucho que ver. Por ello, Organizaciones de Derechos Humanos, como Amnistía Internacional, se esfuerzan en divulgar la diferencia terminológica para evitar las violaciones de derechos humanos a las que se le someten a muchas personas por su orientación sexual o su identidad de género.
En entornos académicos y de investigación psicológica y social ha calado con fuerza la denominada Teoría queer, que investiga cómo las identidades masculinas o femeninas así denominadas son solo fruto de las costumbres, de las construcciones sociales, pero no son innatas al ser humano. Por ello hay muchas personas con el deseo de «transgredir» o al menos explorar otras partes que percibe dentro de sí pero a las que no puede darle una vía de expresión probablemente por los convencionalismos que les rodean. Por ello, esta teoría, rechaza la clasificación de los individuos en categorías universales y fijas, como «hombre» o «mujer», «heterosexual» u «homosexual», «transexualidad» o «travestismo».
Desde el inicio del presente siglo la investigación sobre identidad de género se está configurando como uno de los puntales tanto performáticos, como sociales como de investigación.
Recientemente en Barcelona, se ha desarrollado un proyecto llamado “The machine to be another” (la máquina para ser otro), en el que basándose en la tecnología de la realidad virtual, los usuarios pueden verse desde la perspectiva del otro. Su último experimento llamado “Gender swap” (cambio de género), permite a un hombre y una mujer intercambiar puntos de vista y vivir lo que se siente con un cuerpo de otro sexo. Con ello, se suscitan reacciones de tipo emocional y psicológico que desbloquean búsquedas identitarias que pueden permanecer aletargadas de otro modo.
Vídeo editado por Elena García-Oliveros, que incluye imágenes del proyecto “The machine to be another”del colectivo BeAnotherLab dedicado al arte colectivo interdisciplinario dedicado a investigar los experimentos de ‘encarnación’ y telepresencia (CC)
La polémica que aquí reflejamos nos habla de otro entorno donde los individuos se buscan a sí mismos también en el campo de la identidad de género, en este caso a través de su avatar.
(Texto, vídeo e imagen: Ana Peregrina y Elena García-Oliveros, licencia CC 3.0 )
Me llama la atención estas estadísticas y razones que se dan : «[…] al menos un 54% de hombres han jugado o juegan con avatares femeninos y un 70% de mujeres han usado o usan avatares masculinos. Las razones que destacan para ello van desde conseguir ventajas en el juego, tales como mejor trato por parte de otros jugadores o regalos de armas o dinero, hasta como medio para promover la experiencia de juego en un mundo virtual de una manera diferente».
La segunda razón creo que se explica muy bien en la entrada de nuestras compañeras, Ana y Elena. Pero lo de «conseguir ventajas en el juego» es lo que me desasosiega un tanto…
Las reglas de un juego son bien conocidas antes de empezar a jugar. Y si no nos gustan por algún motivo, no jugamos. Si jugamos, es porque aceptamos las reglas.
Pero si estas reglas salen del juego para trasladarse a otros entornos de relación social digitales, donde la materialidad física no se aplica, ¿qué estamos haciendo? ¿Reproducir patrones de comportamiento que luchamos por erradicar del mundo físico en el mundo digital? ¿Valorar mejor el engaño que la sinceridad? Porque en este plano hablamos de «conseguir ventajas», no de «promover experiencias».
Estoy de acuerdo con Francisco. Pero podría haber dos alternativas: a) que el engaño se admita también como regla o como parte de las reglas en un determinado metaverso, lo que obligaria a los participantes a no sentirse frustados si les engañan (siempre que hay un dentro y un fuera de ese metaverso concreto) ya que el engaño es simplemente una parte de la estrategia y puedes tu engañar del mimos modo que te lo pueden hacer a ti. Y que le gente lo comparta con la idea de jugar por jugar sin obtener ninguna ventaja que tambien los demas puedan obtener. Ek problema es que si admitimos la seducción en un espacio virtual admitimos el engaño per se porque si no es el el avatar (en la representacion) puede ser en la acción. En cualquier caso, si es el mundo virtual en abierto no tienes capacidad de imponer, solo de seducir o de convencer. Y esto nos lleva a otra cosa: a si el convencer es también engañar, pero eso seria cosa de otro post, no de este.
Quisiera cuestionar lo que Adolfo entiende como engaño. ¿Es un engaño coger un avatar femenino siendo un hombre biológico? La verdad es que no acierto a verlo como ningún tipo de fraude. El cerebro humano está organizado con múltiples referentes no adscritos a los valores culturales de género del momento y su experimentación con ello no es por tanto ningún engaño, desde luego.
Hola Elena, no estaba hablando de lo que yo considero un fraude o no.
No se trata de mi opinión, sino de la quien tiene una expectativa o una idea de lo que puede ocurrirle en una interacción virtual en relación a lo que esta persona esperaba que lo ocurriera. Si participas esperando algo bueno y te ocurre algo malo,tus expectativas se verán frustrada y te sentiras frustrado, independientemente de tu genero. La fustraccion es algo común a todos ellos (a todos lo géneros, aunque esta frase esta puesta en masculino).
En el uso de tecnología como las experiencias que estáis mostrando en el post se trata de personas que quiten eso, experimentar con esta nuevas posibilidades de la tecnología. Pero la tecnologías un instrumento: cualquier instrumento ni es bueno ni malo, sino que su uso provoca consecuencias que pueden ser satisfactorias u frustrantes en relación a las expectativas previas. La experimentación tecnológica de las interfaces cognitivas se están usando en muchos campos; desde el de Arte en Acción (Performances con New media), pasando por las ciencias de la salud, la medicina que busca nuevos tratamientos a dolencia varias y terapias (neurociencia y tratamiento psicológicos); hasta la industrial del los juegos, ocio, diversión, entretenimiento, -cada uno es muy libre de consumir su tiempo vital, o combatir su aburrrimiento, como desee… (industria del juegos digitales en la que hay desde juegos MMOGP; hasta de azar electrónicos, esto últimos son fines nada científicos, y muy cercanos al fraude aprovechándose mucho del analfabetismo funcional sobre lo digital); y de ahí hasta el extremo, llegando hasta la gran industria (la mayor d e internet, tras la del capitalismo financiero especulador) del porno digital en todas su variantes, llamadas eufemísticamente del ‘sector adulto’.
Luego están la industria de la estupidez digital, en cuyo dominio estan los/las que quieren aparentar ser los mas modernos mostrándose con una apariencia muy tecnologizada; pero eso es otro largo debate.
Finalmente, otro matiz al que me refería como posible engaño el que sufre quien puede ser engañado por su ignorancia sobre la lógica digital, sin que desee ser engañado. Eso me parece un engaño que esta ocurriendo a mucha gente.
Sin embargo, por finalizar. También hay personas que desean ser engañadas, cosa que si hacen desde una elección consciente, con pleno conocimiento y como elección personal, son muy libres de dejarse engañar, siempre que no sea por ignorancia del medio. Internet y la TV digital nocturna son medio digitales y deben tener audiencia ya que están en el dial. Si nadie deseara ser engañado sin salir de casa por un/a echador/a de cartas, esa emisora ya habrían devuelto su licencia de TDT. Lo q e no me parece de recibo es que la pseudociencia y el engaño esotérico forme parte y se publicite en las emisiones de la TV pública de nuestro país. Seguro que el leer esto te acuerdas de algún programa en RTVE y en RNE, que desde el punto de vista científico es un fraude. Un Fraude EN BLANCO.. ¿te suena? A este tipo de fraude, que no e s de recibo en el siglo XXI, también me refería. Yo no deseo ser engañado, ni ver como se mantienen engaños a los/las ciudadanos/as como este en un medio que contribuyo a pagar con mis impuestos en una democracia formal y europea.
Adolfo,
coincido contigo sobre los fraudes en blanco que tenemos en nuestras emisoras públicas. Pero, por favor, no olvidemos los fraudes en redes que también hemos tenido en esas mismas emisoras. Y ambos comparten una característica: que de una u otra forma son entrañables.
Gracias Francisco por tu respuesta. Respecto a lo que indicas de reproducir patrones en el mundo digital, está claro que está implícito en la respuesta que dan los jugadores sobre porqué coger avatares femeninos. Sin embargo esa, que es la respuesta declarada o consciente, me pregunto si es la real. Quiero decir si el sexismo que implica ese tipo de respuestas no impide a esas personas decir que sencillamente quieren experimentar en el mundo digital con su propia identidad de género, lo que no tendría nada de raro ni problemático en sí, pero tal vez para ellos es así.
En relación a los comentarios de Francisco y Adolfo, me gustaría, en primer lugar, agradeceros vuestras reflexiones y, en segundo lugar, aclararos que más que engaño o saltarse las reglas del juego, utilizar avatares sean del género que sea o la criatura imaginaria que sea (hadas, ogros…) pueda formar parte de la estrategia que el jugador intente desarrollar durante su juego.Pero lo que mi compañera Elena nos indica en el comentario anterior es que si todas las personas que eligen avatares de distinto género al suyo biológico no sólo lo hacen por estrategia de juego sino que también buscan experimentar con su género en un mundo virtual que le permite hacerlo con cierto anonimato y bajo justificaciones más fáciles de reconocer socialmente. Y a este respecto, os ponemos la investigación de Barcelona donde a través de realidad virtual, hombres y mujeres experimentan mutuamente la sensación de tener un cuerpo de género contrario al que poseen. Sigue siendo algo no real sino virtual pero una experiencia al fin y al cabo.
Elena y Ana,
de acuerdo con lo que decís cuando la plataforma es un juego. Pero, ¿qué pasa cuando no lo es? ¿Qué pasa cuando es una plataforma de relación social? Ahí es donde me parece preocupante que se utilice una identidad (y no solo de género) para «conseguir ventajas».
Por otro lado, Elena, me parece un poco aventurado la expresión que utilizas: «Sin embargo esa, que es la respuesta declarada o consciente, me pregunto si es la real». Yo, personalmente, no me atrevo a enjuiciar las razones que se den. Y que se experimentará con diferentes identidades (no solo de género) pues muy probablemente. Pero si es o no la principal razón… no me veo con capacidad para censurarlo.
Gracias de nuevo Francisco por tus comentarios. Cuando he dicho sobre si las respuestas a porqué usan un avatar femenino son las reales o no, no estoy enjuiciando nada, no saco ninguna conclusión, sólo si se atreverían a decir las verdaderas razones, pero con ello no hago un juicio de estas personas, no sé si lo hacen bien o lo hacen mal. Yo, como tú dices, tampoco me atrevo a enjuiciarlos, me pregunto en base a qué, y menos aún a censurarlos, sólo faltaba,
Ana y Elena, afirmáis para empezar que «La red nos permite poder ser lo que queremos, lo que deseamos que piensen los demás que somos, o lo que en la vida real no nos atrevemos a ser. «, bueno, es un afirmación muy atrevida. Desde luego si fuera completamente cierto eso de que a red nos permite poder ser lo que queremos, la red se habría convertido en un santo grial de las terapias, pero, no creo que la red nos permita ser lo que queremos en todo caso, ser lo que de verdad lo que queremos solo lo lograremos su de verdad lo deseamos primero y lo hacemos realidad después. La red es un instrumento, no ‘el’ instrumento. No es el instrumento definitivo, por mas que si alguien desaparecido hacer solo tres décadas y volver alucinaría con Internet: en todo caso, en la red, lo que hay son solo representaciones de los usuarios, no los usuarios en si. También se dice esa frase de la acción dentro de un MMORPG que te puedes representar a tu mismo con el aspecto exterior que quieras, es decir que puede fabricarte un Avatar con el aspecto exterior que desees, pero no hay que confundir lo representado con su representación. Po otra parte a los que no estén de acuerdo con su aspecto real puede elegir ser representados en la Red no con otra identidad sino con otra representación distinta de su identidad. ¿Que eso puede engañar?, pues solo engañara al crédulo. Un troll solo maltrata a crédulos/as pero no al que ya sabe cómo funciona la lógica del ciberespacio. Pero eso también ocurre con trileros y timadores en el mundo real. Y lo que afirmais seria como pedir en el mundo real a todos y todas: exijo que no me engañes. Bien, lo puede pedir, pero que ocurra o no no depende de ti.
Otra cosa es experimentar el uso de conciencias distintas a las que uno tiene, -en realidad solo experimenta con representaciones distintas a las que uno usa normalmente-.
Por resumir, la red no es el mundo sino una Caverna de Platón en la se proyecta la representación de la acción d el mundo. Por decirlo en la terminología de mi amigo el filósofo Javier Echeverría, Internet en realidad es una «Tecnocaverna» . Aconsejo la lectura del nuevo libro de Javier Echeverría «Entre Cavernas»:
http://bit.ly/1oXvJje
Desde muchos puntos de vista que se cumpla que «Sólo las mujeres pueden tener avatares femeninos» es casi imposible. Si podría el crear un espacio cerrado dentro de internet en que que cada avatar sea la representación de quien dice ser, pero claro habria que poner un inspector y guardián en la puerta. Si el titulo de vuestro post es un deseo, tenéis dificil que se cumpla en el interne abierto.
Referido al comentario de Adolfo sobre lo atrevido o no de la frase “La red nos permite poder ser lo que queremos, lo que deseamos que piensen los demás que somos, o lo que en la vida real no nos atrevemos a ser. “, remarcar que la construcción de la misma tiene un sentido que no deberíamos tervigersar en su lectura. Es decir, en primer lugar indica «la red nos permite», es decir, la red nos da esa opción para utilizarla o no, quien quiera. Esto es un hecho, creo que no merece la pena argumentarlo más. En segundo lugar se indica que «la red nos permite poder ser», quiero señalar la construcción «poder ser» que no es lo mismo que «ser», como después escribe Adolfo, lo que ya no respondería a cómo se ha formulado originalmente. «Poder ser» nos habla de una posibilidad, de una opción, de un sueño, de una fantasía, de una experimentación, pero nunca de algo que se convertirá en real por el hecho de llevarlo a cabo. A continuación se añade «lo que deseamos que piensen los demás que somos», circunscribiendo el comentario al contexto del deseo personal claramente.
El sentido de esa frase por tanto está redactada desde lo posible, lo imaginario, experiencial, relativo a un individuo en su intimidad, y nada más. Y diferente de la vida real, como se añade también. en ningún caso se propone como «LA herramienta» ni como «el santo grial de las terapias», desde luego sería muy desafortunado pensar así de internet, estoy de acuerdo.
No veo nada equívoco en su redacción por tanto al analizarlo. Y si lo leo así, no sé si es tan atrevido. El deseo y la construcción de las emociones no podría calificarlo como atrevido, en principio, sólo humano.
Por último aclarar que el título del post está tomado de las noticias que aparecieron sobre ello en periódicos de todo el mundo, no se trata de ningún deseo personal claro…, sería un poco absurdo tenerlo… o no?
Elena, yo no hacia comentado esto en el sentido de que fuera un ‘deseo personal’ tuyo y vuestro sino en el sentido de que como dices (… noticias que aparecieron sobre ello en periódicos de todo el mundo,). me parece que esta tipo de debates es muy necesario ya que el que todo el mundo tenga movil o use la red no significa que sea consciente ni conozca los pros y los contras, las consecuencias de un uso u otro de la tecnologia. El episodio de la semana pasada (y van mil este mes) de las asociaciones judias españolas señalando a la fiscalia una lista de 17.000 tuiteros a los que quieren encausar ante un juez pos sus post anti-judios tras la derrota del equipo español de baloncesto, es un ejemplo mas de las contradicciones que estamos viviendo. Para cuando un juez haga algo al respecto, esos 17.000 tuits habrán sido enterrados por mil millones mas de tuits que los usuarios de twitter habran sido superpuesto a aquellos. El concepto de esperpento que Valle Inclán creo en Luces de Bohemia en 1924, como un ‘esperpento trágico sobre la vida literaria en la sociedad española’, se pude ahora extrapolar perfectamente a la política y la democracia actual española. Imagínate al juez de guardia, preguntando de oficio al fiscal, también de guardia, en donde, en qué jurisdicción, están depositados y ubicados esos tuits infamantes, para poder reclamarlos con 17.000 oficios de su juzgados… mediante 17.000 exhortos y comisiones rogatorias judiciales. No olvides que para el mundo judicial español lo global aun es el extranjero. Valle Inclan se quedó corto con lo de ‘esperpento’.
Adolfo, respecto a lo de Twitter que comentas, esto demuestra que hay un largo camino que hacer referido a los límites de todo lo que significa internet. Mientras todo ello se reflexiona y articula, tendremos que ver muchas como la de los 17.000 oficios me parece a mí desgraciadamente…
Adolfo es cierto que hay que ser consciente de las consecuencias de interactuar en la red. Muchos piensan que internet está fuera de todo limite y eso no cierto. Debemos aprender a estar dentro de esta nueva sociedad tecnológica. Pero ¿Cómo aprender?
Me parece muy interesante el debate suscitado por esta entrada de Ana y Elena. A mí me gustaría comentar dos aspectos al hilo de este tema.
En primer lugar, no entiendo muy bien la polémica que existe en torno a cambiar o no la identidad de género cuando entramos en la red. Evidentemente todo dependerá de la finalidad del sitio en cuestión. Si hablamos de una página de relaciones personales seria, en la que encontrar una pareja “para toda la vida” es el objetivo final, entiendo que exijan unos requisitos mínimos de sinceridad, aunque sea simplemente por el prestigio de la propia empresa (ya que a base de engaños los encuentros no iban a ser muy fructíferos) y también por la seguridad de las personas que puedan acudir a las citas (no sólo se trata de fingir si se es hombre o mujer, sino que otros aspectos también deben ser tenidos en cuenta). Sin embargo, si hablamos de un videojuego donde el objetivo debería ser el entretenimiento e incluso desconectar de la realidad, ¿por qué no vamos a poder ser hombres, mujeres, caballeros, villanos, etc.? Al fin y al cabo, ya somos nosotros mismos todos los días y simplemente por evadirnos o por la razón que fuera todos deberíamos poder experimentar otro tipo de identidades (evidentemente el que quiera). Y no sólo a través del entretenimiento. ¿No hay autores que publican sus obras bajo seudónimo?
Por otro lado y cambiando totalmente de tercio, me parece muy interesante el proyecto “The machine to be another”. Creo que más allá de la curiosidad personal de verse en otro cuerpo es interesante para valorar y sentir lo que otra persona de otra condición (no tiene por qué ser de diferente sexo) ve a diario. Es una muy buena manera de que todas las personas de todas las edades desarrollen la empatía, aspecto que podría cambiar muchas mentalidades y ampliar conciencias.