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Mi Red Personal y el ecosistema digital que me he construido

abril 4, 2017

El paradigma de la Inteligencia ambiental (o del Ambient intelligence. Aml) resulta aún algo difícil de describir al ciudadano medio, pero pronto no habrá que explicárselo ya que pronto se apropiará de él usando las tecnologías que son ya cada vez más cotidianas. La evolución de la computación,- que aquí llamamos aún informática- hacia lo ubicuo está haciendo habitual el usar lo que en el MIT MediaLab llaman ‘objetos, -cosas-, cuya inteligencia hemos aumentado digitalmente’. Por supuesto, las ‘cosas conectadas’ de la que hablamos forma parte de nuestra Red Digital Personal, es decir, hemos pasado de la informática del Ordenador Personal (PC) a la de la Red Digital Personal. La ‘red de área local’ (LAN), clásica ha pasado de estar conectada al PC de sobremesa de nuestra casa y nuestra ‘oficina’ a nuestro smartphone que siempre va con nosotros y que ahora es el centro de nuestra red que ahora es móvil e inalámbrica. Así que hay un Internet de las Cosas propio a nuestro alrededor con diversa conexiones típicas de proximidad (Bluetooth, Wi-Fi, etc. ) que además, cuando lo necesitamos nos puede conecta a través de la infraestructura de telefonía con lo lejano, sean personas o ‘cosas conectadas’, por ejemplo, cuando le preguntamos algo a Siri en nuestro iPhone nos estamos conectando a su sistema de Inteligencia Artificial muy lejano y de grandes dimensiones (data center o granja de servidores), cuando parecería que Siri  está siempre dentro de nuestro smarphone, pero no es así. Simplemente al apretar el botón inferior del iPhone (o del ‘Google Phone’ o con Android) y surgir en la Pantalla la voz de Siri, hemos pasado de la ‘red personal cercana’ a la ‘lejana’, sin darnos cuenta. Es importante tener conciencia de eso ya que uno de los efectos mas evidentes de llevar siempre el móvil a toda hora con nosotros es que hemos roto la dimensión intelectual de lo que tenemos ‘cerca’ y lo que está ‘lejos’ que tenia tradicionalmente. Eso tiene enorme consecuencias que da lugar a nuevos problemas que aunque no son nuevos (en la ventanilla de un banco desde hace décadas dan preferencia a una llamada de teléfono que les llega mientas estamos allí, sobre nuestra presencia que tiene delante). La comunicación y la incomunicación han cambiado y su contexto también. Que damos frecuentemente preferencia en nuestros valores de atención a los que están conectados desde lejos, sobre los que físicamente están a nuestro lado. Estamos cambiando las jerarquías, no sólo de nuestra atención, sino también de nuestras relaciones con los demás. Hay un gran debate sobre eso de si la presencia física debes ser mas relevante o no sobre la ‘presencia’ virtual o conectada digitalmente es uno de los principales debates actuales. Cómo se aplica esto a los ‘ambientes’ docentes, educativos y de aprendizaje (la vida cotidiana en los centros de enseñanza de todo tipo), merece nuestra reflexión, porque no solo esta afectando a nuestra ‘vida’ educativa sino también a nuestra vida personal, familiar y afectiva.

También es muy importante que, tengamos una ‘alfabetización’ y una habilidades (skills) mínimas sobre nuevos medios digitales, y sepamos cómo funciona o podría funcionar nuestra Red Digital Personal, de la que he hablado antes para ‘configurarla’ a nuestra vida y no que nuestra vida se adapte a ella. Es necesario que comprendamos sus mecanismos y que la ‘readaptemos’ según nuestros objetivos y propósitos vitales y que no aceptemos simplemente lo que nos ponga ‘por defecto’ los fabricantes de tecnologías tanto software (aplicaciones) como hardware (dispositivos), ya que la industria tiene unos objetivos económicos y de negocio, y en función de ellos, nos induce a usar sus productos tecnológicos de una determinada manera y quizá esos objetivos nos impone unos comportamientos que contradicen  las necesidades vitales que tenemos en nuestra vida cotidiana. Hemos de ser nosotros quienes decidamos cómo usamos le tecnología y los dispositivos que hemos comprado y no el fabricante y la industria. Hemos de planificar y ejecutar nuestros propios ‘settings’ o preferencias en el uso que hacemos de la tecnología, para que no lo decidan otros por nosotros. Pero eso pasa por saber cómo funciona y como actúa y se despliega nuestra Red Digital Personal, es decir, nuestro contexto tecnológico próximo de usos de lo digital.

Esta contexto tecnológico no es para nada un concepto nuevo, aunque sí lo es mas su desarrollo en base a la telefonia móvil de conexión ubicua De concepto en realidad ya se hablaba de ello, cuando estuve en el Context Aware Computing Lab  (‘computación en función del contexto’, una denominación mucho mas descriptiva que las que se han usado después) en 2005, un laboratorio fundado en el MIT Media Lab fundado por el pionero Ted Selker . De la mano de uno de sus doctorandos, Ernesto Arroyo, pude ver los pioneros experimentos sobre Computación ubicua (Pervasive Computingque ellos hacían allí y comprobar que el nuevo paradigma tecnológico de la “Inteligencia ambiental” se estaba por fin haciendo realidad. El MIT Media Lab es un espacio de anticipación y por tanto de inventar objetos y tecnología y modos de usarla que después, de forma cada vez mas rápida, vemos irrumpir de forma súbita en nuestra vidas cotidianas. Las aplicaciones que podemos ver en estos laboratorios, los mas vanguardistas del mundo, no están en su mayoría enfocados a los entornos del sistema de educación, sino a otros que tienen que ver con las oportunidades de negocio ya que las empresas que financian la investigación. Pero es habitual que allí haya muchos científicos y doctorandos empeñados en resolver problemas reales de campos concretos de las ciencia de la vida y de la salud o de cuestiones vitales . Sin embargo la libertad de proponer científicamente problemas a resolver esta garantizada. Dicho esto, se pueden ver en este post ejemplos que se es obvio que se podrían extrapolar a cuestiones relativas a la problemática de la inclusión de estas tecnologías en el mundo de la educación. Un ejemplo claro esta explicado por Ernesto Arroyo en el vídeo mas abajo en este post, plantado para resolver dificultades, por ejemplo, a los parapléjicos, pero obviamente entre las dificultades de esas personas están también el acceso al aprendizaje y a la educación, o en el caso de educación especial. Y muchos otros ejemplos, obviamente. A partir de estas imágenes del video quizá podemos imaginar diversos modos de introducir el paradigma Aml en los espacios de ‘educación ubicua’ como los que estamos debatiendo en la asignatura.

Imágenes, de 2006, tomadas en el Context-Aware Computing del MIT Media Lab. A la izquierda el rótulo del laboratorio y, a la derecha, la interfaz para manejar dispositivos digitales con el iris del ojo. Fotos: Adolfo Plasencia

Conceptualmente ‘ambientes inteligentes’ tienen que ver con espacios concretos en los que actúan sistemas electrónicos y de comunicaciones wireless, ‘sensibles’ a la presencia de las personas. En ellos, los artefactos conectados ‘saben’ que estamos ahí y son capaces, por ello, de interactuar con nosotros e incluso anticipar deseos de las personas sin su mediación consciente. La computación ubicua conectada en red, incluso como parte del Internet de las ‘cosas’ IoT (Internet of thinks), dotada de sensores adecuados es capaz de reconocer el contexto situacional de los humanos en determinados lugares y situaciones y, por ello, proporcionar servicios personalizados ya ciertos dispositivos digitales en ese ambiente inteligente son capaces de reconocer la presencia, ser sensibles al contexto situacional y proporcionar servicios de monitorización, adaptación e información biométrica útil en tiempo real. La cosa no queda ahí ya que a la complejidad de la Aml combinada con el ‘Internet de las Cosas’, se suma un tercer concepto que también emerge ahora ya que combina lo anterior con lo que se llama el movimiento “Quantified Self” que combina la auto-monitorización de datos vitales con el Social Media. Es decir, aprovechando las capacidades de los objetos ‘aumentados digitalmente’ y combinados con herramientas de agregación de datos distribuida, la gente recoge y visualiza datos sobre sí mismos (Quantified Self) de forma ubicua, y los comparten  intercambian y aprenden con otras personas con las que no siempre comparten un espacio físico concreto. Este es un vídeo que hice en aquella vista al laboratorio con un diálogo con Ernesto Arroyo.

Visita al Context-Aware Computing en el MIT Media Lab. grabación y edición: Adolfo Plasencia

Nuestro ‘ambiente inteligente no solo se limita hoy al ‘ambiente’ físico próximo que nos rodea: esta formado por nuestra propia red de objetos capaces de conectarse entre sí, y a través de la red permitirnos, tanto conectar con ellos como, a través de ellos interactuar con otra personas. Algunos pueden ser para de nuestra ‘informática llevable’ (wearable computer) otros puede estar mas lejos y otros servirnos para gestionar contenidos en ‘La nube’ que compartimos con otra personas con las que interactuamos mediante el social media y todas sus posibilidades.

¿Como configurar nuestro ‘ambiente inteligente’ personal desplegado a través de nuestra Red Personal Digital?.  Existen una miríada de posibilidades, siempre que esta bien configurando el ‘dentro’ y el ‘fuera de esa acción’. El realidad el sistema específico para un ambiente inteligente concreto debe estar al servicio del propósito concreto de la acción o proceso formativo de que se trate. En realidad la Red Personal Digital debe tener  un uso de ‘geometría variable’ que debe adaptarse en cada momento a nuestro contexto de uso ya que hoy en día usamos los mismo dispositivos para aprender, divertirnos, trabajar, consumir o relacionarnos emocionalmente. Solo cambia el contexto de nuestra conducta y nuestra usos. Enviamos y recibimos un Whatsapp tanto para cotillear como para enviar un contenido o concertar una cita de trabajo. La App y su servicio es el mismo, solo cambia nuestro propósito en su uso.  En cuanto al aprendizaje que es el objeto de esta asignatura, la tecnología, siempre es un medio un camino, el aprendizaje, en cambio, en un fin en sí mismo y debe ser al revés.

El entorno vital digital personal (Nuestra Red Digital Personal), o red personal de conexiones ubicuas y fijas sumadas podría tener este esquema (IMPORTANTE, para verla bien: Ampliar+ clickeando AQUÍ o sobre la imagen)

Las preguntas que planten esto cambios son interminables y pasar de esta reflexión a aplicar todo esta en la práctica han de resultar un proceso de aprendizaje contructivista  (ver Apuntes, parte I) en sí mismo: una clase en la que podamos integrar nuestra propia Red Digital Personal creando un ‘Ambiente Inteligente digitalmente aumentado’ a nuestra medida, -y, reitero, no al revés-. Todo un emocionante y apasionante reto. Buena travesía tengamos todos en este periplo. Espero vuestra opiniones y comentarios a este post para debatir estos temas.

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Las ciudades inteligentes del presente hacia el futuro

septiembre 10, 2012

Los beneficios que obtenemos del uso de las tecnologías es lo que promueve una nueva cultura y no tanto los avances tecnológicos en sí, según afirmó en su día el programador, profesor y fundador  del movimiento por el software libre, Richard Stallman. Se puede decir que esta es la máxima en la que se fundamenta el progresivo incremento de espacios inteligentes en nuestras casas, calles y todo tipo de lugares públicos y privados, que está generando el progresivo despertar de las ciudades hacia la planificación de las smart cities o urbes inteligentes.

Según el profesor Adolfo Plasencia los ambientes inteligentes son “aquellos espacios concretos en los que actúan sistemas electrónicos y de comunicaciones wireless, sensibles a la presencia de las personas, en los que, los artefactos conectados ‘saben’ que estamos ahí y son capaces de interactuar con nosotros e incluso anticipar deseos de las personas sin su mediación consciente”.

Partiendo de esta base, las smart cities se pueden considerar como la aplicación de estos ambientes a mayor escala. Se trata de ciudades mejor gestionadas que permitan mantener la calidad de vida y el cuidado medioambiental. En ellas se consigue más con menos, utilizando los avances tecnológicos y las posibilidades de internet para que las urbes sean más eficientes y facilitar la vida a sus habitantes, al tiempo que se ahorran recursos económicos, tal y como se explica en el informe de conclusiones del IV encuentro de “Diálogos en la Granja” celebrado hace unos meses.

En el año 1999 Donald A. Norman predijo en su libro “El ordenador invisible”, que el crecimiento exponencial de las tecnologías iría encaminado a la creación de computadoras, programas y aplicaciones informáticas cada vez más sencillos de utilizar, más accesibles, transparentes y adaptadas a las necesidades de los usuarios para mejorar nuestras vidas.

En esta línea, y aunque tal y como firma el profesor Adolfo Plasencia, es aún difícil de explicar al ciudadano medio el significado del concepto ambiente inteligente (Aml) (pues se trata de una terminología que comienza ahora a difundirse y que prácticamente no es conocida por la población), se da la paradoja de que vamos en aumento los usuarios de esta informática invisible, de forma cotidiana y sin darnos cuenta (pervasive computing). Por ejemplo, es habitual que hoy en día casi todos poseamos soportes móviles del tipo smartphones, cuyo uso es necesario en algunas ciudades españolas que comienzan a transformarse en ‘inteligentes’.

En resumidas cuentas, el objetivo que se persigue con estas smart cities es mejorar la calidad de vida del ciudadano y su participación, al tiempo que conseguir su desarrollo sostenible, demostrando que el respeto al entorno comienza a estar estrechamente ligado a los conceptos de comodidad e innovación tecnológica, tendentes también a un ahorro energético y económico. Para alcanzar esta finalidad las nuevas tecnologías y su integración son la base sobre la que funcionan, tal y como queda de manifiesto en el siguiente vídeo.

Informe Semanal – Smart Cities

A similares conclusiones llegaron los doce expertos que participaron, el pasado mes de abril, en el encuentro Diálogos en la Granja, organizado por la asociación Quiero salvar el mundo haciendo marketing y dedicado este año a las Smart Cities, concretamente al papel de los ciudadanos en ellas.

El informe de conclusiones es determinante en cuanto a la necesidad de la progresiva incorporación de pueblos y ciudades a este nuevo concepto de convivencia, empezando desde lo particular (barrios) a lo general, para lo que recomiendan la implicación de administraciones públicas, entidades privadas y la formación y participación directa de los ciudadanos. Con esta finalidad ofrecen una serie de propuestas e ideas tendentes a tal colaboración, como la creación de barrios inteligentes, fomentando el uso más racional de los servicios, para lo cual las tecnologías de la información y la comunicación resultan claves pues además servirán para propiciar cambios de conducta hacia pautas más sostenibles.

Para ello es básico mantener a los ciudadanos informados y conectados con la realidad en la que viven y las transformaciones que se propiciarán en sus lugares de residencia. Por esto, en el citado encuentro se apostó además por hallar el equilibrio entre el concepto de espacios físicos de reunión, que siempre se ha tenido en las ciudades, y los encuentros en lo digital. Se trata de encontrar un nuevo modelo híbrido que fomente los intercambios entre ciudadanos de manera física y virtual.


Diálogos en La Granaja: smart cities, ¿en qué barrios queremos vivir?

En España son varias las ciudades que han comenzado a agregar entre sus planes la implantación de estas infraestructuras invisibles, para transformarse en una smart city, con proyectos pioneros como Málaga (que hasta la fecha está considerada como la más “inteligente” del país), Barcelona, Valladolid, San Sebastián o Madrid. Cada una ha ido implementando propuestas en las que facilitan la sustancial mejora y eficiencia de determinados servicios públicos, como obras, alumbrado, tráfico, abastecimiento energético o transporte, utilizando las TICS combinadas con los dispositivos móviles que emplean los ciudadanos.

Lo deseable es que la utilización de estos programas y aplicaciones se generalicen, sin embargo existen muchas ciudades –principalmente medianas o pequeñas- que mantienen serias reservas al respecto e incluso por ahora no se plantean abrir sus fronteras a la implantación de sus servicios con tecnología inteligente. La principal causa de sus reparos, no es otra que la inversión económica a la que han de proceder. Sin embargo, es precisamente el gran ahorro energético y monetario que a medio plazo proporciona este modelo de funcionamiento, el principal beneficio y causa por la que en este siglo XXI deberíamos llegar a su uso por parte de todas las ciudades españolas, ¿será así?.

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La inteligencia ambiental (AmI) aplicada a los espacios de aprendizaje

May 1, 2012

El paradigma de la Inteligencia ambiental (o del Ambient intelligence. Aml) resulta aún algo difícil de describir al ciudadano medio, pero pronto no habrá que explicárselo ya que pronto se apropiará de él usando las tecnologías que son ya cada vez más cotidianas. La evolución de la computación,- que aquí llamamos aún informática- hacia lo ubicuo está haciendo habitual el usar lo que en el MIT MediaLab llaman ‘objetos, -cosas-, cuya inteligencia hemos aumentado digitalmente’.

En 2005, estuve en el Context Aware Computing Lab  (‘computación en función del contexto’, una denominación mucho mas descriptiva que las que se han usado después), un laboratorio fundado en el MIT Media Lab fundado por el pionero Ted Selker , en el que de la mano de uno de sus doctorandos, Ernesto Arroyo, pude ver los pioneros experimentos sobre Computación ubicua (Pervasive Compuntingque ellos hacían allí y comprobar que el nuevo paradigma tecnológico de la “Inteligencia ambiental” se estaba por fin haciendo realidad. El MIT Media Lab es un espacio de anticipación y por tanto de inventar objetos y tecnología y modos de usarla que después, de forma cada vez mas rápida, vemos irrumpir de forma súbita en nuestra vidas cotidianas. Las aplicaciones que podemos ver en estos laboratorios, los mas vanguardistas del mundo, no estan en su mayoría enfocados a los entornos del sistema de educación, sino a otros que tienen que ver con las oportunidades de negocio ya que las empresas que financian la educación. Aunque los financiadores no tienen permitido influir sobre los caminos que toman en las investigaciones, sí que están presentes c0mo agentes participan del contexto de la investigación que esta casi siempre plantada para solucionar problemas reales. Pero es habitual que allí haya muchos científicos y doctorandos empeñados en resolver problemas realas de campos concretos de las ciencia de la vida y de la salud o de cuestiones vitales para el tercer mundo . Sin embargo la libertad de proponer cientificamente problemas a resolver esta garantizada. Dicho esto, se pueden ver en este post ejemplos que se es obvio que se podrían extrapolar a cuestiones relativas a la problematica de la inclusión de estas tecnologías en el mundo de la educación. Un ejemplo claro esta explicado por Ernesto Arroyo en el vídeo mas abajo en este post, plantado para resolver dificultades, por ejemplo, a los parapléjicos, pero obviamente entre las dificultades de esas personas están también el acceso al aprendizaje y a la educación, o en el caso de aducación especial. Y muchos otros ejemplos, obviamente. A partir de estas imágenes del video quizá podemos imaginar diversos modos de introducir el paradigma Aml en los espacios de eduación ubicua como los que estamos debatiendo en la asignatura.

Imágenes, de 2006, tomadas en el Context-Aware Computing del MIT Media Lab. A la izquierda el rótulo del laboratorio y, a la derecha, la interfaz para manejar dispositivos digitales con el iris del ojo. Fotos: Adolfo Plasencia

La combinación de la evolución hace la miniaturización de la informática y la convergencia con la tecnologías de conexión inalámbrica (wireless), tecnologías de sensores y sobre todo con al telefonía móvil ha hecho que lo que eran costosos experimentos en laboratorios avanzados este formando parte de las tecnologías cotidianas y también de ámbitos en donde estan empezando a generalizarse desde el ámbito de la salud que es el que ya esta usando los primeras usos cotidianos. De ahí se van extendiendo a otros y desarrollando aplicaciones y artefactos que van a poder ser usados por todo el mundo.

En cuanto al aprendizaje y la educación, Ted Selker las incluía entre las áreas de aplicación de la ‘computación en función del contexto” que se puede asocia fácilmente al concepto mas actual de la ‘computación ubicua’ y por extensión al aprendizaje ubicuo.

Adolfo Plasencia y Ted Selker en el congreso pHealth 2008 (5th pHealth Workshop on Wearable Micro and Nano Systems for Personalised Health), celebrado en Valencia.

Los ‘ambientes inteligentes’ tienen que ver con espacios concretos en los que actúan sistemas electrónicos y de comunicaciones wireless, sensibles a la presencia de las personas. En ellos, los artefactos conectados ‘saben’ que estamos ahí y son capaces, por ello, de interactuar con nosotros e incluso anticipar deseos de las personas sin su mediación consciente. La computación ubicua conectada en red, incluso como parte del Internet de las ‘cosas’ (Internet of thinks), dotada de sensores adecuados es capaz de reconocer el contexto situacional de los humanos en determinados lugares y situaciones y, por ello, proporcionar servicios personalizados ya ciertos dispositivos digitales en ese ambiente inteligente son capaces de reconocer la presencia, ser sensibles al contexto situacional y proporcionar servicios de monitorización, adaptación e información biométrica útil en tiempo real. La cosa no queda ahí ya que a la complejidad de la Aml combinada con el ‘Internet de las Cosas’, se suma un tercer concepto que también emerge ahora ya que combina lo anterior con lo que se llama el movimiento “Quantified Self” que combina la auto-monitorización de datos vitales con el Social Media. Es decir, aprovechando las capacidades de los objetos ‘aumentados digitalmente’ y combinados con herramientas de agregación de datos distribuida, la gente recoge y visualiza datos sobre sí mismos (Quantified Self) de forma ubicua, y los comparten  intercambian y aprenden con otras personas con las que no siempre comparten un espacio físico concreto.

Visita al Context-Aware Computing en el MIT Media Lab. grabación y edición: Adolfo Plasencia
Nuestro ‘ambiente inteligente no solo se limita hoy al ‘ambiente’ físico próximo que nos rodea: esta formado por nuestra propia red de objetos capaces de conectarse entre sí, y a través de la red permitirnos, tanto conectar con ellos como, a través de ellos interactuar con otra personas. Algunos pueden ser para de nuestra ‘informática llevable’ (wearable computer) otros puede estar mas lejos y otros servirnos para gestionar contenidos en ‘La nube’ que compertimos con otra personas con las que interactuamos mediante el social media y todas sus posibilidades.

¿Como configurar un ‘ambiente inteligente’ dentro de un proceso planificado de aprendizaje en sistemas de educación estructura y reglada. Existen una miriada de posibilidades, siempre que esta bien configurando el ‘dentro’ y el ‘fuera de esa acción’. El realidad el sistema específico para un ambiente inteligente concreto debe estar al servicio del proposito concreto de la acción o proceso formativo de que se trate. Si ese proceso dormtivo (un asignatura dentro de un plan de formación concreto, una actividades concretas de docencia, etc. deben tener acordado los usos sincronico y asincónicos de los elementos que compone el AmI que complementa, sirve o da soporte a dicho proceso formativo al que debe servir en su propósito y no al revés. Dispositivos de un ambiente inteligente compartidos en una clase, con docentes y alumnos/a es hoy un reto: que el uso de la potencia de est ambiente formativo ‘aumentado digitalmente es un reto enorm y apasionante: son nueva posibilidades que acaban de nacer como el que dice. Y también el acceso a recursos y a potencialidades de creación, gestión y aprovechamiento de esos recursos basadoe en el cloud computing es y va a ser un reto apasionante y, en mi opinión, ha de ser una revolucion de abajo a arriba y de fuera a dentro, es decir, no creo que el uso de estas nuevas potencialidades para el aprendizaje las traiga ninguna reforma vertical de la educación, para bien se conseguir ‘inyectando realidad’ en las aulas al estilo de Harvard o de los alumnos y su profesores directos hacia arriba que las altas autoridades académica hacia abajo. Y, naturalmente el proceso de apropiación de estas nueva posibilidades tecnológicas habra de acercase como siempre se ha avanzado con los nuevos pasos en el mundo científico, a base de prueba y error, y siempre al servicio de las procesos docentes mas innovadores y flexibles. La tecnología en un medio, el aprendizaje, en cambio, en un fin en sí mismo y no al revés.

El entorno vital digital personal, o red personal de conexiones ubicuas podría tener este esquema (para ampliar+ clickear sobre la imagen)

Las preguntas que planten esto cambios son interminables y pasar de esta reflexión a aplicar todo esta en la prática han de resultar un proceso de aprendizaje contructivista en sí mismo: una clase en la que podamos integrar un ‘Ambiente Inteligente digitalmente aumentado’ -y no al revés-. Todo un emocionante y apasionante reto. Buena travesía tengamos todos en este periplo. Espero vuestra opiniones y comentarios a este post para debatir estos temas.