Los avances tecnológicos, que a día de hoy impregnan ya todos los aspectos de nuestras vidas, no acaban de implementarse en las aulas y la enseñanza sigue en gran medida encorsetada por un sistema educativo tradicional. Sin embargo, la realidad laboral demuestra que el aprendizaje debe y deberá adaptarse a los nuevos tiempos, ya que las nuevas tecnologías y la ubicuidad que éstas permiten son una realidad en el ejercicio diario de muchas profesiones.
Imagen de la redacción del periódico Noticias de Gipuzkoa. Las redacciones actuales todavía se componen en su mayoría de ordenadores fijos (PCs).
Ejemplo claro de ello es, desde mi experiencia, el mundo de la comunicación y, en concreto, de la profesión periodística: el “periodista-multimedia” de las redacciones actuales informa a través del papel, de la radio o de la televisión, pero también a través de la web del medio, de blogs, de redes sociales… y, sobre todo, informa y se informa desde y cuando quiere. Gracias a la ubicuidad que permiten las nuevas tecnologías, se puede cubrir un evento con un teléfono móvil inteligente (smartphone), pero también un accidente que acabas de ver en la calle; se puede escribir una noticia desde cualquier rincón y se puede colgar una fotografía en la red o mandarla a los maquetadores en pocos segundos desde cualquier parte del mundo, sin necesidad de un ordenador y un enchufe.
En la foto una manifestación del 21 de septiembre de 2011, captada con el iPhone del trabajo y colgada en Internet al segundo.
De todos modos, la ubicuidad, en el panorama de exigencia laboral actual, también es un arma de doble filo: estar las 24 horas conectado significa a veces estar las 24 horas trabajando (o, digamos, en guardia); en el caso del periodista, las 24 horas informándose e informando/opinando de lo noticiable. Al fin y al cabo, son los dos lados del espejo: así como es una gran ventaja no tener que ir y venir de una redacción que centraliza todo el proceso de producción, porque se puede cubrir un evento, emitir una entrevista o difundir una noticia in situ y con recursos autónomos e independientes, esa misma ubicuidad y ese mismo acceso puede convertirse en tiranía con respecto al trabajo. En cualquier caso, lo que está claro es que son nuevas competencias y nuevas formas de trabajo las que se imponen en el periodismo de hoy en día y que, por lo tanto, la carrera de Periodismo tendrá que tener en cuenta. Lo mismo ocurre con muchas otras profesiones y, en consecuencia, con sus respectivos estudios. El mundo laboral está cambiando con la tecnología, también nuestra forma de vida en general, y si la educación prepara para la vida y para la vida laboral, también tendrá que incorporar las nuevas tecnologías.
En la foto, retransmisión de un partido de fútbol vía Twitter desde casa.