Posts Tagged ‘Creative Commons’

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Impresión 3d: fabricando conocimiento

May 30, 2013

En la Universidad en la que trabajo tenemos un Espacio-Red de Prácticas y Culturas Digitales  que abre una línea de formación permanente en torno a las prácticas y culturas que están surgiendo a partir de los usos sociales de las tecnologías digitales. Precisamente en estos días ha comenzado un taller sobre la impresión 3d y he tenido la oportunidad de acercarme a este nuevo fenómeno tan sorprendente y revolucionario que no dudo sobre su gran impacto social a nivel mundial.

Layla foto1Taller Everyday 3d printing celebrado por la Universidad Internacional de Andalucía. Foto: UNIA

Pues bien, la primera tecnología de impresión 3D a la que se le dio nombre, nació en el Instituto de la Tecnología de Massachusetts (MIT) en 1993 y fue patentada por Michael Cima y Emanuel Sachs. Posteriormente este prototipo, basado en la tecnología del MIT, inspiraría a diferentes laboratorios del mundo. Esta máquina basada es capaz de realizar impresiones tridimensionales de vidrio, metal o plástico a partir de cualquier diseño hecho por ordenador, a través de capas adheridas mediante láser, objetos y piezas que hayamos elaborado previamente, de una forma rápida y económica.

En la actualidad esta tecnología aún se está desarrollando, aunque ya podemos encontrar impresoras por el precio de 1.000 euros, por lo que es más que posible, que en pocos años, este producto termine por implantarse en el mercado de forma convencional y cada usuario disponga de una minifabrica en casa. Pero ¿qué pasará cuando podamos imprimir desde casa una linterna o una lámpara? Los expertos aseguran que en el futuro se podrá escanear un pie para hacer un zapato a medida. Esto pude suponer una gran revolución no solo en el comercio sino en el ámbito de la educación, de la cultura, la innovación…

Los investigadores llevan años desarrollando y compartiendo el conocimiento mediante la colaboración para el desarrollo de esta herramienta. Se trata por tanto  de un proyecto colaborativo, donde software y el hardware son de carácter abierto. Es por ello, que hoy día podemos encontrar en la red documentos y manuales de software libre que ofrecen la información suficiente para aquellos que posean conocimientos básicos de electrónica  e informática y  quieran comenzar a crear su propia impresora 3D. Existen webs como Thingiverse dónde se albergan modelos ya diseñados  de hardware creados por los usuarios, para descargar e imprimir directamente. Estos diseños  se encuentran con  código abierto principalmente bajo la Licencia Pública General de GNU o licencias de Creative Commons, de este modo los usuarios eligen el tipo de licencia de usuario que desean dar a los diseños que comparten. Entre los promotores de esta iniciativa se encuentra, el movimiento RepRap,  formado por un grupo de investigación sin fines de lucro, creada para ayudar al avance en el área de las impresoras 3D de código abierto. Se basó en el concepto “Replicating Rapid Prototypes” de forma que cada impresora es capaz de autoreplicarse y  dar origen a otra impresora.

Layla foto 2Impresora 3d reprap. Licencia Creative commons. Foto:Flickr 

Son muy destacables los casos ocurridos en el continente africano, donde en países como Togo o Ghana, donde se han puesto en marcha las primeras impresoras fabricadas partir del reciclado de residuos electrónicos encontrados en los vertederos de la capital. Estas primeras impresoras inspiradas en modelos ya existentes en el mercado, han sido creadas por ciudadanos que han visto en esta iniciativa una solución para el reciclaje de material electrónico y como no, para ayudar a su comunidad. Con la llegada de este artefacto no solo el conocimiento se encuentra a disposición de todos, sino también la posibilidad de creación. Cualquiera tendrá la posibilidad de crear su propia impresora y de imprimir su propio diseño o uno que encuentre en Internet. El concepto de propiedad intelectual y copyright  van quedando atrás, porque “todo” será más copiable que nunca y “todos” tendremos la capacidad de reproducir y distribuir cualquier producto. Esto conlleva un cambio cultural, subordinado a la tecnología, en el que las personas adquieren la posibilidad de crear sus propios y productos. Conceptos como DIY (do it your self, hazlo tú mismo) o DIWO (Do It With Others o hazlo con otros) cada vez tiene más presencia en la red.  Y esta emergente cultura “Maker”, ha sido posible gracias a la denominada “sociedad del conocimiento”, donde la información se genera  y difunde cada vez más rápido y se encuentra a disposición de la sociedad para su beneficio.

Science of Innovation:  3-D Printing /Ciencia de la Innovación: 3-D Printing 

Entorno al mundo educativo esta impresora permite a los estudiantes practicar y planear procedimientos antes impensables, ya que la fácil producción de productos hacen posible realizar simulaciones y examinar resultados. Gracias a este recurso educativo los alumnos podrán poner a prueba sus conocimientos y ser participes de forma activa en los procesos de creación y desarrollo, transformando en realidad ideas y diseños preconcebidos. Imaginemos el futuro de la enseñanza, en el que el alumno pueda tener contacto con réplicas humanas en el campo de la biología, hacer reales los dibujos de construcciones para el campo del diseño industrial o simplemente realizar obras de arte a través de cualquier diseño posible, y todo al instante. Es posible que en institutos y universidades se convierta en una herramienta fundamental para crear conocimiento debido a las infinitas posibilidades que ofrece. Hoy día ya en algunos países se están poniendo en marcha iniciativas públicas para dotar a los centros educativos de esta tecnología. Puede ser posible que dentro de pocos años esta impresora forme parte de nuestra vida como un dispositivo más, al igual que el portátil o la tablet, y puede ser posible también que en institutos y universidades sean sustituidas las maquetas de cartón, como ya lo hicieron los cuadernos y libros. Pero donde puede suponer un cambio de mayor importancia es en el campo de la medicina, donde ya se estudia la aplicación de esta tecnología para la creación de órganos humanos a través de células artificiales.

Parece todo tan increíble, aún cuesta imaginar que con un solo click podremos crear cualquier objeto que diseñemos en nuestro ordenador, es como estar en una película de ciencia ficción ¿Cambiara nuestro mundo esta impresora?

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¿“Todos los Derechos Reservados”?

May 6, 2013

Foto 1 post Raquel Javierre 500Imagen: Raquel Javierre

Bajo el lema “Cuando te saltas a los intermediarios puede ser así de fácil” las licencias Creative Commons están resultando ser la mejor alternativa a la incertidumbre legal que presentaba el Copyright hasta ahora. Como hemos podido comprobar en nuestra asignatura, es fundamental saber bajo qué licencia está el material que nos interesa si queremos utilizarlo en nuestro beneficio. Así que ahí va… r.

Os presento un vídeo del Berkman Center For Internet Society, de la Universidad de Harvard en el que nos explican de forma sencilla y amena cómo surge la necesidad de rellenar el vacío que hasta ahora encontrábamos en ciertos aspectos legales en cuanto a los derechos de autor.

Creative Commons CPJV. Video que explica qué son las licencias Creative Commons

Como se explica en él, hasta finales de los 80 quien quería proteger “su obra” debía hacerlo señalando la conocida ©. Cambia la situación cuando a través de la legislación en este campo, se decide que eso de todos los derechos reservados se entiende de forma subsidiaria, es decir, siempre y cuando no se diga de forma expresa algo distinto, aunque no veamos la © por ningún lado. Para entender bien qué implica esa ©, se vea o no, podemos resumir la filosofía de esta protección legal en una frase: esa obra tiene dueño, y si la quieres vas a tener que pedir permiso para poder usarla, además de tener que pagar por ella, y el único autorizado a distribuirla es su autor.

Como alternativa a la famosa ©, apareció la no menos famosa , que representa el Copyleft, según la cual está permitido modificar y mejorar las obras que están bajo su protección, igualmente permite la copia y distribución del contenido.

La solución, aparentemente es sencilla, sólo hay que elegir la dirección de la letra, pero se ha dado un paso más allá de aquello de “mírame y no me toques” a “haz con esto lo que te dé la gana”, hay autores que quieren permitir ciertos derechos sobre su obra, pero sin renunciar a una cierta protección de esa información. A pesar de ello, son evidentes las sombras en torno a esta aparente legalidad, ya que si queremos saber qué usos permite el autor sobre su creación debemos ponernos en contacto con él y preguntarle, ¿pero es esto posible siempre?, yo diría que casi nunca, y resulta que cada vez más gente tiende a compartir su obra y generar conocimiento de forma colaborativa, con lo cual, realmente es un problema no saber qué hacer y tener que recurrir, como dice en el vídeo, a un asesor legal que nos diga qué podemos y qué no podemos hacer, o hacerlo sin saber si estamos plagiando a alguien.

Por ello aparece Creative Commons y nos propone una serie de licencias, todas con la condición común Atributtion (BY), es decir, que mencionemos siempre la autoría de la obra que queramos usar, modificar o distribuir. Como ya sabemos hay otros tres módulos de condiciones: Share Alike (SA), que permite crear obras derivadas bajo la misma licencia o similar; Non-Commercial (NC), que obliga a que la obra no tenga fines comerciales; y No Derivative Works (ND), la cual no da opción a modificar la obra original. Además de estos tres módulos se pueden realizar combinaciones según los intereses del creador original, dando lugar a un total de 6 tipos de licencias Creative Commons. Caso especial es el de la opción “sin derechos reservados” (CC0), básicamente la idea es que el autor dedica su obra al dominio público, renunciando a sus derechos patrimoniales de autor sobre ésta en todo el mundo (esto incluye la totalidad de los derechos conexos y afines), en la medida permitida por la ley. Si recordamos el copyleft… ¿no es lo mismo?, podemos copiar, modificar, distribuir, sin pedir permiso. Os adjunto en este enlace la descripción resumida de este tipo de licencia tan particular.

Gracias a Txopi, creador de ikusimakusi.net, tenemos su “semáforo de las creative Commons” para entender el alcance de las distintas opciones que encontramos a la hora de proteger cualquier obra, recomendable 100 % la descripción que hace de la ilustración:

Foto 2 Post Raquel Javierre 500

 “Semáforo de las creative Commons” para entender el alcance de las distintas Licencias. Imagen: Txopi, creador de ikusimakusi.net

a un interesante debate, así que os invito a que participéis y expongáis vuestras opiniones. Puede que Creative Commons nos haya convencido con toda su amplia oferta de licencias para proteger una de nuestras obras, o bien para utilizar las de otros bajo su respaldo. Pero hay quien objeta y mucho sobre la necesidad de este nuevo abanico de posibilidades.

Lo primero que se puede objetar a Creative Commons es si es realmente necesaria una reformulación del alcance de esa conocida frase “todos los derechos reservados”. En Wikipedia podemos ver la argumentación de quienes se cuestionan esta necesidad. Otro cuestionamiento que levanta polémica es si realmente lo que conviene es liberar obras o bien  liberar al autor para que permita hacer con ellas lo que quiera o quieran. Hay numerosos blogs en los que se plantean estas y otras cuestiones relacionadas con los derechos de autor, aquí propongo uno que presenta la polémica a partir de tres ejemplos.

Me parece un planteamiento que puede dar lugar a un buen debate

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La ‘Academia Khan’

May 2, 2011

Salman Khan nació en Nueva Orleans, Luisiana, de origen asiatico, su padre es de Bangladesh y su madre de la India, estudio tres carreras del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), matemáticas, ingeniería electrónica e ingeniería en informática además de un MBA en Harvard. A finales del 2004, Khan empezó a impartir clases de matemáticas a su prima Nadia a través de la herramienta de Yahoo!. Más tarde otros familiares se interesaron por sus tutoriales, por lo que decidió empezar a publicarlos en Youtube. Debido al enorme éxito y los testimonio de los estudiantes que lo utilizan, animan a Khan a abandonar su trabajo en finanzas en 2009 para crear la Khan Academy, una organización educativa sin ánimo de grupo con el fin de ofrecer una educación de alta calidad a cualquier persona, en cualquier lugar del mundo.

Salman Khan, en su despacho.

A partir del 2009, los video-tutoriales de Khan tienen más de 30.000 visitas al día. Los vídeos, de una duración de diez minutos. Los gráficos están realizados a través de SmoothDraw, para después grabar y producir el video con Camtasia. De esta forma, Khan quería evitar mostrar a una persona de pie en una pizarra, si no presentar el contenido de una forma parecida a estar sentado al lado de alguien que se ayuda a través de una hoja de papel.

Se han distribuido vídeos sin necesidad de conexión a internet a través de organizaciones sin ánimo de lucro en zonas rurales de Asia, América Latina y África. Aunque actualmente la mayoría de los videos son de matemáticas y física, Khan quiere llegar a decenas de miles de videos de infinidad de temas como historia, finanzas, química, biología, astronomía, economía etc. para crear la primera clase mundial virtual de una escuela libre donde cualquier persona puede aprender cualquier materia.

La academia de Khan incluye un sistema de ejercicios basado en la web, que genera problemas a los estudiantes según su habilidad y rendimiento. De esta forma motiva a los estudiantes que van bien, y que pueden ayudar a compañeros con dificultades.

El proyecto depende de las donaciones para su financiación, en Septiembre del 2010, Google anuncia que proporcionará dos millones de dólares a la Academia Khan para apoyar la creación de más cursos y que la biblioteca central se traduzca a los idiomas más hablados.

Actualmente la Academia Khan contiene más de 2.200 vídeos bajo licencia Creative Commons, contiene más de 126 módulos de evaluación continua y tiene como proyecto una tutoría entre iguales  con lo datos recogidos del sistema. A día de hoy han registrado más de 52 millones de visitas.

En España, el Dr. Juan Medina Molina del Departamento de Matemática Aplicada y Estadística de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de Cartagena, realizó un proyecto similar en la página lasmatematicas.es, decide grabar sus clases para que gente de todos los rincones pudiera acceder a éstas. Al acceder a Subdirector en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial en noviembre de 2005 propone el tema al Director de la escuela, apoyándolo incondicionalmente. El proyecto sigue en expansión y espera que su página se convierta un referente importante para el apoyo en el aprendizaje de matemáticas a un nivel de secundaria e inicios de Universidad.

• Para leer una entrevista al Dr. Juan Medina Molina, cliquear <aquí>

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Hacia la Sociedad del Conocimiento Social, por Ricardo López de la Casa.

julio 16, 2010

Partiendo de la base que no hay conocimientos puros, todos están generados a partir de una base de conocimientos heredados que permiten formular las propuestas para generar un nuevo conocimiento. (Obra, arte, investigación, etc.)

Las divergencias que el Tratamiento de la Información en los Sistemas Ubicuos (TISU), sobre los derechos de aut@r y Propiedad Intelectual (PI), se centran más en los intereses económicos existentes que en la protección de los mencionados derechos.

Los derechos de aut@r estarían suficientemente respaldados en el TISU con la aplicación de licencias copyleft o Creative Commons,  y en cuanto a la PI hay que mantener la regulación que legaliza el uso sin fin de lucro para el usuari@ que adquiere una obra, con independencia del contenido, artístico, científico, divulgativo, etc.

Desde mi punto de vista, la PI y los derechos de aut@r, son consecuencia de unos intereses particulares de los gestores de esto conceptos que lejos de realmente defender los intereses de los creadores, y en una idea de propiedad cuando menos equivocada.

Los aut@res intelectuales de contenidos obtienen beneficios de su trabajo, por el resultado de su creación, cuando vende  o comercializan su producto, libro, música, investigación, etc., y además le sigue generando ingresos cuando los utilizan  en conciertos, presentaciones, conferencias, cesiones a terceros, etc., y hasta aquí  para mi es lo que deberían abarcar los  derecho.

Todo lo que intentan o cobran las sociedades de  derechos, por el uso particular u para la creación de nuevos conocimientos,  que proyecta la figura de los creadores, añade valor a sus creaciones y le beneficia en su posición para la comercialización de  sus futuras creaciones, son un lastre para los consumidores y para los propios aut@res.

En esta sociedad del conocimiento con la información deslocalizada y distribuida, a la que tienen acceso millones de usuari@s, por su naturaleza y por el alcance que esta distribución hace de las obras de los autor@s es un nuevo modo de rentabilidad, por tener una fuente de promoción inagotable, habría que escuchar que dicen los  intelectuales  con derechos de aut@r,  si se les cobrara  un canon por los derechos  heredados del conocimiento, por los derechos de distribución y promoción de sus obres en la Web, utilizando medios digitalizados, por el valor añadido que se le otorga a su obra.

Los intermediarios o gestores de los derechos de aut@r,  que dirían también si tuvieran que pagar un canon por utilizar la red no solo para promocionar, sino como fuente y medio de información para gestión el cobro de los derechos intelectuales que gestionan.

Hay que reflexionar sobre la necesidad del aut@r para que su conocimiento sea público y genere necesidad de disponibilidad, que sin personas a quien ofrecer con quien compartir el conocimiento, su obra no pasaría de su ámbito privado a público, no obtendría el calificativo de apropiable y merecedora de protección para su uso, y así convertirla en un bien para los demás, un bien de utilidad pública y social.

El argumento economicista, de los gestores, no tiene base en un medio de distribución, en copias digitales por la WEB añadiendo valor al contenido.

Copyleft, via El Agujero de Gusano, de Daniel Seijo

Hay que denunciar el carácter antisocial de las propuestas de las sociedades de autor@s e industria de la distribución, que solo tiene interés en su beneficio, aunque lo intenten enmascarar con las necesidad de sus inversiones para incentivar y financiar a los creadores, para que estos puedan trabajar, investigar, generar. Los productos que la sociedad genera con la adquisición de los contenidos creados, sería suficiente si directamente revertiera en los creadores y no se diluyera en los beneficios  lucrativos de los interés privados de estos intermediarios antisociales, frente al interés social y divulgativo del conocimiento.

La preservación de las obras, está suficientemente protegida, como indicábamos anteriormente, con la aplicación de las licencias copyleft o Creative Commons, que impiden el uso fraudulenta, el plagio y la lesión de los derechos del aut@r, asegurando la referencia a su autoría , cuando esta se utilice como fuente heredada para la realización de estudios, obras, investigación, o actividades divulgativas, que generan nuevo conocimiento, asegurando así una nueva fuente de valor añadido para su obra, con cada referencia, y su  mayor proyección como aut@r y creador.

Finalizando el tratamiento de la información en los sistemas digitales, no se puede convertir en un yugo impuesto por la industria del conocimiento, frente a los derechos de proyección social de las obras a los ciudadanos, del avance de la cultura del conocimiento para conseguir mejorar las formas de vida, la resolución de problemas o carencias, la creación de mejoras que permitan el avance a una sociedad más justa, más de lo público y no de interés de los lucros privados.

Los sistemas de información ubicua, en su síntesis, permiten sin aumento de coste, el acceso al conocimiento de forma colectiva si limites, sin fronteras vacías de sentido, son una fuente para el aprendizaje a lo largo de toda la vida de los ciudadan@s de la sociedad, y este un patrimonio colectivo que no debemos dejarnos arrebatar, que debemos seguir fomentando, potenciando como herramienta que permite el crecimiento de la Sociedad del Conocimiento, hacia la Sociedad del Conocimiento Social.

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Tecnología educativa y sociedad, según Hal Habelson

May 24, 2010

Harold (Hal) Abelson, es un extraordinario y prestigioso Profesor de Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación en el MIT y miembro de la IEEE que se graduó en Universidad de Princeton y doctoró en matemáticas en el MIT. Abelson ganó en 1992 el Premio Bose y del Premio Taylor L. Booth Educación, otorgado por la IEEE Computer Society, por su contribución continua a la pedagogía y la enseñanza y a la introducción de los estudios las ciencias de la computación. Es co-presidente del Consejo de Tecnología Educativa del MIT , que supervisa las actividades estratégicas de la tecnología educativa del MIT y las inversiones y su labor fue clave para lanzar potentes iniciativas innovadoras en la tecnología educativa del MIT como MIT OpenCourseWare y DSpace. Lo que a mi mas me impresiona de su conversación en persona es su tenacidad en la idea de que un buen esquema de valores es esencial para regir la relación de la tecnología con las personas y la sociedad -incluidas la empresas y sus mercados-. Él me dijo, que los tres pilares sobre los que descansan los valores del Massachusetts Institute of Techonology son la meritocracia radical, la innovación y el conocimiento abierto – siempre pero no necesariamente por ese orden según los casos-.

Hal Habelson, profesor de Computer Science and Engineering. MIT Computer Science and Artificial Intelligence Laboratory (CSAIL)

Hay bastante científicos como él, que piensa que la tecnología es neutra pero no inocente y que para que su influencia para la sociedad sea positiva los valores éticos también deben servir para relacionar a consumidores y empresas como base del uso de la tecnología y que, en la educación, no debe simplemente enseñarse como un tema de ‘artefactos’ sino también como una medio liberador capaz de mejorar enormemente la sociedad y contribuir a laminar las desigualdades. Abelson colabora en la dirección del Grupo de Información Descentralizada en la Ciencias de la Computación y el Laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT (MIT CSAIL) , donde se está investigando la privacidad en la Red en el ámbito mundial y el desarrollo de un nuevo enfoque a la vida privada basada en la transparencia de información y rendición de cuentas en lugar de control y a favor de un acceso más universal. Abelson tiene un amplio interés sobre la relación entre las tecnología de la información y la política, y él desarrolló e imparte el curso del MIT “Ética y la Ley de la Frontera Electrónica”.

Uno de sus libros mas fascinantes -del que es co-autor- es Blown to Bits. En él que describe en términos no-técnicos, el disruptivo cambio cultural y político causado por la explosión de información de la revolución digital. En unos tiempos en que occidente sucumbe en una profunda crisis económica causada por el juego sucio y la codicia de los poderes financieros, -contra los que nos se atreven a actuar contundentemente nuestros dirigentes políticos y estadistas europeos-, reconforta escuchar la visión del cambio tecnológico que plantean científicos como Habelson. No por casualidad es también director fundador de Creative Commons, Public Knowledge , y la Fundación para el Software Libre además de co-director del Centro para la Democracia y la Tecnología, unas organizaciones empeñadas en fortalecimiento de la ideas de los bienes comunes intelectuales globales.

Puedes ver una entrevista con Hal Abelson en español en:

Los Valores del MIT: Meritocracia Radical, Innovación y Conocimiento Abierto