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Mi huella digital. Cómo gestionamos nuestra identidades digitales. Mi ‘Yo’ y mi Avatar

marzo 13, 2017

Hace pocos años se puso de moda el concepto de “Huella de Carbono” para promover la idea de la conciencia ecológica en la gente, ofreciendo y publicando datos sobre el impacto que la actividad humana en sus diversas formas de producción deja en el ecosistema planetario. Una forma impactante de mostrarlo es la de ofrecer datos sobre lo que la ‘fabricación’ de algo que hacemos aporta en CO2 a la atmósfera que tiene que ver con el calentamiento global y el cambio climático.

Eso se relaciona con la ‘huella de carbono’, de ése algo. Según  Wikipedia: “Se conoce como huella de carbono a «la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto» . Tal impacto ambiental es medido llevando a cabo un inventario de emisiones de GEI o un Análisis de ciclo de vida según la tipología de huella, siguiendo normativas internacionales reconocidas, tales como ISO 14064, PAS 2050 o GHG Protocol entre otras. La huella de carbono se mide en masa de CO2 equivalente. Una vez conocido el tamaño y la huella, es posible implementar una estrategia de reducción y/o compensación de emisiones, a través de diferentes programas, públicos o privados”. Es decir que la ‘huella de carbono’ podría dar una idea del impacto sobre la atmósfera que tiene el hagamos una determinada cosa, dentro del medio ambiente en que vivimos. En un suplemento sobre Innovación en el que colaboro, ya hace unos años, colocamos ya hace tiempo en portada como único motivo gráfico la ‘huella’ de carbono que generaba el crear y editar dicha publicación desde el escribir los textos, pasando por todo el proceso de edición hasta la impresora en la rotativa y la distribución a los kioscos. Esta fue aquella portada:

Portada huella de carbono Innovadores

La idea era que el lector tomara conciencia al leer el suplemento ese día, de que cada cosa que hacemos deja su huella en la naturaleza. En el interior en un reportaje estaba explicado la aportación de cada una de las fases de fabricación del suplemento.

Quiero utilizar esta metáfora de la ‘huella de carbono’ para que caigamos en la cuenta de que lo mismo ocurre, -en otro orden de cosas, naturalmente, no en la ecología sino en relación a la ‘Economía de la presencia’ (valores de la presencia) en la red-, con toda nuestra actividad en todos los procesos de la digitalización que tienen que ver con cada un@ de nosotr@s. Un aspecto importante de ello lo integran los ‘rastro’s que dejamos  de nuestra presencia digitalizada en Internet, por ejemplo. En todo lo que hacemos en Internet nuestra ‘presencia’ virtual deja ‘huella’. Una huella que gracias a las ‘search tecnologies’  (‘tecnologías de busqueda’) se puede encontrar. Es decir, para bien o para mal, casi todas nuestras huellas digitales (si no están encriptadas) se pueden ‘rastrear’. Ese es un aspecto de la actividad virtual que no tenemos en cuenta y que tiene hoy, o puede tener en el futuro, muchas consecuencias para cada uno o cada una de nosotros. Deberíamos ser mucho mas conscientes de ello y tener en cuenta que nuestras acciones de internet nos pueden favorecer (si nuestra presencia en internet la gestionamos adecuadamente) o perjudicar, según lo que hagamos. Hay quien ha tenido que dimitir de su cargo por una sola frase publicada en twitter, o por publicar sus fotos en una Web. Hay casos muy conocidos de dimisiones e incluso capturas de delincuentes que la policía ha podido localizar gracias a la huella digital que han dejado en Internet. Deberíamos se conscientes de que las cosas que escribimos y publicamos en la red están ligadas mediante el software el Big Data que gestiona en el Internet social nuestra identidad digital que es ‘buscable’, y ‘rastreable’ (o susceptible de ‘tracking’ o ‘monitorización‘, ‘visible a la tecnologías de Dead reckoning que es un concepto de viene el argot náutico, -‘navegación por estima’ y que también se esta aplicando ahora en Inteligencia Artificial y en robótica-. Sabido es que si tenemos activado el GPS o la ‘geolocalización‘ de nuestro smarthone, los registros de nuestros movimientos puede ser rastreados, grabados y almacenados.

Nuestro Avatar

Hay un aspecto importante en relación a nuestra ‘huella digital’, es cómo queremos (gráficamente) que aparezca reflejada o representada en la comunicación virtual que se produce a través de la red. Normalmente ya es un hecho común que la identidad digital suele llevar una foto o una representación gráfica alegórica o avatar (elegida o no), junto al nombre de cualquier usuario. EstoObviamente, las personas no se relacionan con los demás de la misma manera en los distintos ‘lugares’ que lo hacen ni la relación es la misma aunque las personas sean las mismas. Los mismos compañeros de trabajo no se relacionan igual en una reunión dentro del trabajo, que tomando un café después de salir de la oficina. Es decir, que aunque en el mundo físico solemos presentarnos con la misma identidad, gestionamos de forma diferente, con comportamientos diferentes según el contexto de la interacción social.

En la relación entre personas a través de medios digitales, la comunicación humana necesita tener al menos una hipótesis o una cierta ‘precognición’ sobre la identidad de quien va a recibir el mensaje que enviamos, de la misma manera que quien lo recibe tendrá una hipótesis sobre quien el que se lo envía. Necesitamos, de alguna manera poner ‘cara’ a quien está en el otro lado de los procesos d e comunicación virtual en los que estamos involucrados.Es decir que la presencia virtual necesita soportarse en una representación de la identidad. También cuando participamos en una comunidad virtual del tipo que sea, por ejemplo una red social o un escenario de un ciberjuego colectivo en red, lo primero que hay que hacer para pertenecer a la comunidad virtual de que se trate, es describir nuestra identidad en un perfil, con datos y texto (presentación alfanumérica) y añadir una foto o gráfico que ‘nos representa’, es la parte mas visible de nuestra ‘representación virtual’. Mucha gente prefiere en lugar de una foto real poner una imagen ficticia que hace de representación (‘avatar’) de la identidad.  En un anuncio de Coca Cola de hace unos años se describía como serían las escena de la vida cotidiana si cada cual pudiera cambiar su aspecto físico en la vida cotidiana al modo en que cambia las auto-representaciones representaciones visuales en la red. Es como si cada persona adoptara a voluntad en el mundo real, según su preferencia momentánea, el cómo mostrarse a sí mismo/a ante los demás igual que se hace en el mundo virtual (en el que una persona puede tener, al tiempo, múltiples identidades virtuales.  Era algo así como ‘en el mundo virtual casi nadie es lo que parece’, es decir , no tiene nada que ver a como se le ve en el mundo físico. Estas son algunas imágenes:

MI yo y MI AVATAR

El vídeo sobre la irrupción de ‘avatars’ en el mundo físico, como anuncio, es muy divertido:

https://youtu.be/Kwke0LNardc

Todo parecía un videojuego de gran estética. Pero la cosa cambia si tenemos en cuenta, que las identidades digitales que gestionamos para nuestra diferentes propósitos vitales, que lo digital y lo virtual, también se usan para trabajar, para educación, para el comercio o la salud e incluso para cuestiones legales. De ahí la importancia esencial de la firma electrónica en la gestión de la identidad digital, sobre todo en estos tiempos de ‘posverdad‘ (mentira emotiva o truthiness) también llamada en política ‘verdad alternativa‘. Suplantar una identidad digital en algunos caos puede ser incluso un delito.  Y entonces surgen multitud de preguntas y de cuestiones sobre la identidad en el medio virtual donde cualquiera en lugar de su aspecto físico puede adoptar una representación de su identidad a voluntad que no tiene que coincidir con su aspecto fisco real. Incluso se puede inventar varias identidades distintas representadas digitalmente y usarlas según desee. Hay persona que usan en cada entorno virtual un avatar o aspecto visual distinto e incluso ha quienes están participando con varias identidades simuladas distintas a la vez.

La gestión de la identidad y de la auto-presentación digital para usarla en la ‘precognición’ inicial en comunidades virtuales merece una seria reflexión. Me gustaría que los alumnas y alumnos de esta asignatura analicen los datos e información sobre sí mismos que han publicado en su auto-presentación en Alf para relacionarse virtualmente con el resto de la comunidad de la UNED. Con esa información en principio es con la que los otros miembros va a tener una idea previa sobre su identidad y sus ‘características’ personales de tipo intelectual. Después ya se irá asociando esa identidad a su comportamiento para ver qué encaja en nuestra precognición sobre el otro’ con quien nos relacionamos virtualmente y qué hemos de corregir sobre cómo pensábamos a priori que eran cada uno de los otros. El tema del que hablo no es un tema trivial hoy en día. Y la ‘cultura’ en torno a la gestión de identidades digitales es una nueva habilidad muy apreciada en las empresas que se desenvuelven el el mercado global y también debería serlo en las universidades más avanzadas y en sus espacios y ecosistema de aprendizaje on-line.

Este de abajo es un ejemplo de auto-presentación digital. Se trata de la información que el alumno de ‘Ciencias de la Tierra’ (Environmental Engineering), del MIT Paul Welle, (hoy estudiante de doctorado en Carnegie Mellon University) publicó al inicio de su participación en el MITUPV EXCHANGE, un proyecto por el que pasaron finalmente 4.600 alumnos, la mitad españoles ( y algunos casos de alumn@s Erasmus de universidades europeas) y la otra mitad, alumn@s todo tipo de ingenierías o postgrados del MIT. Paul usa para auto-presentarse como avatar una foto suya pequeña de vacaciones y centra su presentación en el texto. Paul usa menos de 140 palabras para auto-definirse, con gran eficacia; y, como los demás compañeros de clase eran alumnos primerizos de español, de ahí las imperfecciones en su redacción del español, a pesar de las cuales ‘se le entiende todo’. Me parece un muy buen modelo de auto-presentación para una comunidad virtual. Es un alumno de EE.UU. cuyo español esta en proceso de mejora y de ahi algunos giros lingüísticos pero se le entiende perfectamente. Vale la pena leerla con calma. (puedes ‘clickear’ sobre la foto para ampliarla leerlo cómodamente).

También para amplia la imagen, clickear aqui > +AMPLIAR

ALUMNO DEL MIT que quiere cambiar el mundo UNED Okp

Y, por otra parte, esa habilidad de hace una buena gestión de la identidad digital debería enseñarse tanto en enseñanza primaria, como media o superior explicando tantos sus ventajas y pros como su contras o peligros por las consecuencia de una mala gestión. Yo creo que esta habilidad debe, aunque en alguna forma esta implícita en las 11 habilidades, que definió el profesor Henry Jenkins  para desenvolverse con soltura en los nuevos medios digitales, -de ellas y del profesor Jenkins, -fundador del Comparative Media Studies, del MIT-,  hablaremos más adelante en esta asignatura-. Y, por supuesto es una de las cuestiones básicas de la alfabetización digital (digital literacy). Y también va a serlo en la dinámica educativa, en el aprendizaje y también en la vida ciudadana de hoy y del proximo futuro

En resumen, la buena gestión de la propia identidad en modo digital y su huella en el universo digital es una habilidad que hoy, y de cara al futuro, considero esencial. Y sobre todo lo es en el mundo de la educación en el que, de forma creciente, el componente virtual es más y más importante y, además. un tema que está por analizar y reflexionar por la mayor parte de los usuarios de Internet, es decir, por parte de casi todos nosotros.

Este post propone una reflexión sobre ello. Espero vuestros comentarios.

21 comentarios

  1. Una de las características de la la sociedad del conocimiento en la que vivimos es que todos necesitamos datos, información de todo, a todo momento. Nuestras mentes se están acostumbrando a obtener cualquier dato instantáneamente a través de, principalmente, la web, y es por eso entre otras muchas razones por lo que es tan importante tener una identidad digital definida en los diversos entornos y plataformas digitales en los que nos movemos. Si un usuario desconocido propone una interacción mediante la web (comenta un post, te agrega a una red social, comparte un vídeo contigo) pero no dispone de ningún dato que facilite su reconocimiento, o que le defina (nombre propio, avatar, información de contacto…) nuestra respuesta será obviamente mucho más negativa que la que tendríamos si este usuario tuviese algún dato. Es decir: si queremos ser escuchados debemos tener una identidad propia en la web, igual que la tenemos en el «mundo real».

    Por otro lado, creo que ser conscientes de la imagen que proyectamos en internet, de nuestro avatar y de nuestra huella digital es, como se dice en el post, sumamente importante. No sólo debemos aprender a diferenciar entornos web y actuar en consecuencia (igual que uno no toma la misma actitud en una clase de la universidad o en un bar con los amigos, tampoco se debe actuar de la misma manera en una red social personal que en el Moodle del máster) sino que también tenemos que tener siempre en cuenta que absolutamente todo lo que publicamos, por insignificante que pueda parecer, se quedará ahí aunque en apariencia desaparezca (si la web expira o la red social cierra). Siempre queda un rastro en internet que alguien podrá utilizar en un futuro, como sucede por ejemplo con muchas empresas que reciben información de usuarios de una red, cedida por la misma empresa que posee la web.
    Un minimo error o un comentario desafortunado podrá pasar factura en el futuro. En la carrera hace unos años un Community Manager argentino que gestiona cuentas de varios políticos importantes de su país nos comentaba cómo, por un mensaje de «buenos días» generado todos los días automáticamente en una de estas cuentas de twitter, estuvo a punto de ser despedido, ya que saltó horas después de un grave suceso en el país. La imagen del político en cuestión se vio gravemente afectada cuando, en medio del caos y la tragedia, deseó un alegre y soleado día a sus seguidores. Hasta ese punto puede llegar a afectar la información publicada en la web, y es por esto por lo que debemos de tener un gran cuidado.
    Por último, me gustaría resaltar la importancia que tiene, como se dice en el texto de esta entrada, que la huella digital y la identidad web se enseñen en la escuela como parte de las competencias básicas informacionales, ya que esos niños empezarán desde muy jóvenes a navegar en entornos web, con lo que su exposición será de una duración mucho más amplia que la nuestra, seguramente toda su vida. Y es de gran importancia que aprendar a gestionar esa información para no tener problemas en un futuro por una serie de publicaciones que realizaron de niños.


    • Sara, dices que «todos necesitamos datos, información de todo..». No estoy seguro si la ‘necesitamos’ o que, como vivimos sumergidos en información tenemos esa sensación. Creo que la tenemos como ‘por castigo’, lo hayamos decidido o no. Por ejemplo, yo siento no tengo ninguna necesidad de ‘absorber’ toda la información que nos llega a través de la omnipresente publicidad. No me interesa y lo la quiero pero me persigue allá donde voy, o en cualquier televisor que ponga en marcha. Ese tipo de información, que yo no he pedido, intenta por todos los medios captar mi atención con el propósito de moldea o modificar mi capacidad de elección en relación a lo que anuncian. Para mi mas que información es una polución cognitiva. Y es curioso pero pro ejemplo en TV hay quien paga por que haya menos o no haya información. No toda la información es para aprender, la hay en medios y en el ambiente que nos rodea con diferentes propósitos casi siempre para persuadirnos de algo, normalmente con fines comerciales aunque también la hay para intentar modificar nuestra percepción o nuestra opinión sobre determinadas cosas; en realidad esa información esta intentado mermar nuestras capacidades de toma de decisiones.

      Con respecto a la relación información y tiempo te digo mi opinión:
      Información es hoy un concepto multidimensional, puede referirse a muchas cosas. Volviendo a tu frase «todos necesitamos datos, información de todo, a todo momento.» la leo y me recuerda a esos usuarios compulsivos de, por ejemplo whatsapp, que se comportan ‘como si’ necesitaran recibir los mensajes todo el tiempo y además contestar en tiempo real. Yo creo que no hay necesidad ahi; más bien hay ‘moda’, hay algo nuevo y fácil que antes no se podía hacer y ahora sí, y lo estamos experimentando. En realidad, esa ‘necesidad’ es ficticia.
      En realidad el marketing y las modas trabaja para crearnos necesidades ficticias, de cosas que en realidad son completamente prescindibles. En el caso de una urgencia a un peligro, la comunicación instantánea puede ser muy util; pero como dices nos hemos acostumbrado. Pero en mi modesta opinión muchas veces nos ayuda más la comunicación asincrónica de medios como el email que los mensaje invasivos de medios como whatsapp. Te interrumpen, -es algo muy invasivo-, y mucha gente se siente obligada a contestar de inmediato sobre cosas que podrían esperar. Eso conduce a la ‘procrastinación’ [ http://bit.ly/1RGjKQj ], es decir a» retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.»
      Todo esto se ha hecho masivo y, si una persona se aburre, es una forma de entretenerse y neutralizar su aburrimiento pero si no, este uso masivo e invasivo de la comunicación instantánea nos impide o retrasa el hacer cosas relevantes que deberíamos hacer en primer lugar. El asunto merece una reflexión, si te aburres es una forma de combatir tu aburrimiento, pero si no porque en realidad con cosas prescindible nos roba un tiempo que no podremos recuperar. Y es masivo. ¿sabes cuanto tiempo le dedican los mas de 18 millones de usuarios de Facebook en España cada día? Pues 75 millones de horas, ¡cada día! Yo les llamo a estos medios de entretenimiento «ladrones de tiempo»; puedes leerlo aqui: [ http://bit.ly/1zfL1C1 ]

      Con respecto a la identidad digital y su huella en el mundo virtual: estoy muy de acuerdo con lo que dices. Solo un matiz: la red sirve para divertirse y también para trabajar y para la interaccion personal. El ámbito virtual es el mismo para todo: y ahi están mezclados los ámbitos de la relaciones personales y del tiempo de ocio ye las relaciones profesionales, empresariales y/ o d e negocios, no son ámbitos divididos, Y por tanto, lo virtual los puedes usar para algo que te puede traer consecuencias contraproducentes para la vida real en el mundo físico si cometes imprudencias. Volviendo a lo q ue comentaba antes, el hecho de que hayas medios de comunicación instantánea en la red y sean fácilrs de usar puede hacer que en lugar de pensar qué vamos a hacer y luego lo hagamos, podemos hacer primero y luego pensar… y arrepentirnos cuando ya es tarde porque la informacion que s’subimos’ y compartimos esta ya mas alla de nuestro control. Cuando algo se ha hecho viral, ya no esta a nuestra alcance pararlo ni eliminarlo. Por eso es importante gestionar bien nuestra huella digital. Y por otra parte están los usos con mala fe de estos medios como por ejemplo, usarlos para hacer ‘ciberbullyng’

      Así que en internet es importante pensar y luego a hacer y no al revés. Sorbe todo porque si bien el uso puede ser en modo instantáneo pero las consecuencias malas o buenas pueden ser muy duraderas en incluso permanentes.

      Maneja bien todo esto del entono virtual, coincido contigo, es una habilidad muy importante hoy en día, y es algo que se debería aprender desde el colegio.


      • Buenos días,
        En primer lugar, estoy totalmente de acuerdo con lo que indicas en el primer punto. Está claro que nos vemos forzados a recibir la mayor parte de la información que nos llega cada día, ya que, como vemos, gran parte de los servicios «premium» de las distintas aplicaciones son versiones de las mismas sin publicidad. En este caso me refería específicamente a la información personal de cada usuario con el que interactuamos, posiblemente haya generalizado demasiado en mi afirmación anterior. Lo que quería era resaltar la importancia de tener un perfil definido (ojo, que no exhaustivo ni excesivo) en las redes si se quiere conseguir un mayor índice de respuesta, ya que actualmente creo que tendemos a desconfiar de todo aquel que se exprese anónimamente o de quién no podamos obtener ningún dato real (nombre, ublicación, si tenemos a alguien en común…)
        Con respecto a la información y el tiempo, insisto en que seguramente mi afirmación de «todos necesitamos información de todo, todo el tiempo» haya sido algo excesiva. Seguramente sea más correcto decir que «todos recibimos información de todo, todo el tiempo, y nos hemos ido adaptando a ello progresivamente hasta el punto de que no recibirla a cada segundo se convierte en un problema en ocasiones» (por ejemplo, los múltiples problemas que acarrea el «doblecheck» del whatsapp, o mismo la casi necesidad que sienten algunas personas, como bien dices, de ser contestados instantáneamente un mensaje en esta misma aplicación. Personalmente no conozco muchos casos así, ya que por suerte mi entorno es más relajado en ese aspecto y todos comprendemos que nadie está pendiente del teléfono 24/7 (simplemente nos limitamos a responder mensajes cuando tenemos un rato libre, o cuando no hay nada prioritario que hacer, como trabajos o estudios), pero sé que ha llegado a ser un grave problema para algunas personas, que se ven incapaces de sobrevivir 3 o 4 horas sin acceso a sus redes. Está claro, sin embargo, que la mayor parte de la gente que procrastina de vez en cuando lo hace recurriendo a las redes (y me incluyo en este grupo), ya que es un perfecto método evasivo en el que nunca te cansarás de estar, y que te puede hacer «perder» perfectamente una tarde entera de productividad.
        Por último, no puedo estar más de acuerdo en tu frase «en Internet es importante pensar y luego hacer». Yo misma me sorprendo haciéndolo continuamente, y conmigo misma he podido ver esa evolución en mi comportamiento: pasé de ser una estudiante de bachiller desinformada que publicaba cualquier cosa que se me pasara por la cabeza, a ser una graduada que piensa siempre dos veces antes de compartir algo y antes de aceptar a alguien (ya que también he pasado de tener mis redes públicas a ocultar toda la información posible a aquellos que no sean mis amigos). En algunas de mis redes personales se mezclan tambien aspectos académicos/curriculares (uso de Twitter para prácticas de la UNED, profesores de la carrera como contactos en Facebook, contactos de mi trabajo que tengo en Whatsapp) y ahora más que nunca pienso si la información que estoy a punto de compartir (fotografías en mi perfil, post en mi muro, álbumes de fotos de viajes…) es necesaria o adecuada para que todos estos contactos la vean, o me puede dar problemas en un futuro. Es un proceso que hago casi insconcientemente, ya que cada vez soy más consciente de todos los problemas que acarrean las redes sociales y la información.


  2. DE MIGUEL ANGEL:
    Algo ha cambiado, está claro. Hemos dejado atrás el modelo de pensamiento matemático lineal al exponencial.

    Nuestra forma de vida ya no es lineal sino discontinua añadiría yo (en la línea de Richard Sennett o Zygmunt Bauman). Ya no se tiene un trabajo para toda la vida, como bien hace referencia el video. La gente cambia de trabajo, como el que cambia de coche o inclusive de vivienda. Ya no dura nada eternamente. Las historias de vida de nuestros padres no son las mismas que las nuestras hoy en día.

    Así, por ejemplo el vídeo sitúa a MySpace como la “gran red social”, cuando ahora es Facebook o Twitter (como bien se apunta en el post).

    Nos encontramos en que ya las empresas tienen fecha de caducidad. Empresas como Nokia o Blackberry que eran las empresas referentes haces unos años en el mundo de la comunicación móvil, han sido desbancadas por otras emergentes y quedando ya en un segundo plano. O el ocaso del gigante de la fotografía como Kodak que fuera referente durante muchos años de la fotografía digital. También podemos nombrar la empresa italiana Olivetti, que fue la empresa más fuerte de máquinas de escribir y después tuvo un papel discreto en el mundo de los ordenadores personales.

    Está claro que vivimos en un mundo acelerado, dinámico, exponencial!!.

    Por último, aprovecho para añadir otra arista más a este post.

    ¿Qué pasa con el impacto medioambiental? ¿Pensáis que también es exponencial en este nuevo modelo de Sociedad?

    Una simple búsqueda en el buscador de Google genera unos 7 gramos de dióxido de carbono. Para que os hagáis una idea de la cifra, hervir una tetera produce unos 15 gramos.

    ¿Sabéis cuantas búsquedas en Google se realizan al día?

    Pues os contesto a esta pregunta, para que no tengáis que buscarla. 3 billones de búsquedas al día.

    por Miguel Ángel marzo 14, 2017 at 11:32 am edit comment


  3. RESPUESTA A MIGUEL ANGEL:

    Miguel Angel, no se si con lo de ‘discontinua’ que quieres referir a ‘discreta’ en en sentido de ‘digitalización’. En lo que estoy de acuerdo es que el mundo , las cosas se han hecho mas fluidas, más ‘liquidas’ por usar la terminología de Bauman.

    Y no creo que la gente “cambia de trabajo, como el que cambia de coche o inclusive de vivienda” por elección o porque se haya hecho una ‘costumbre. En la mayoría de los casos lo hace porque no tiene más remedio ya que eso significa vivir con mucha más incertidumbre y eso es muy malo cuando te ocurre sin poder evitarlo. Nos gusta la certidumbre y no lo contrario por razones obvias y el mundo de la digitalización lo que ha hecho es aumentar el ritmo el cambio y con ello, la incertidumbre, algo de los que no habla mucha gente y de lo que sí hizo una profunda reflexion sobre todo Zygmunt Bauman. Y de ahí su pesimismo sobre la ‘modernidad’ que hay traído la globalización y la digitalización (que no son los mismo.

    Tienes razón con lo efímeras que se han vuelto las empresas que antes parecía que iban a dura siempre. Asi lo expuse, ya que citas a Kodak, ene este texto: “Kodak Kaput”,que esta en: http://bit.ly/2nc5F9O

    Sobre el medio ambiente, ya ves que tampoco estamos para ser muy optimistas, a pesar de que la concienciación ha subido bastante, pero con los nuevos dirigentes de cierto países, negando el Cambio Climático, esto solo lo podrá arreglar la educacion a gran escala sobre ello. Haya que tener confianza en las nuevas generaciones mejor educadas al respecto. Yo confío en jóvenes, por ejemplo como Ben Glass. Miralo aquí: http://bit.ly/VmDYJM


  4. Empecemos por el método de respuesta que utilizo. Mi perfil de Google+ Así pues ya me expongo a la mirada pública.
    Mi perfil profesional por decirlo de alguna manera, el serio, el que muestro a mis alumnos y a los que investigan sobre mi. Mi escaparate que oculta los ‘otros perfiles’
    No soy un ingenuo, se perfectamente que se me puede rastrear, pero me siento cómodo teniendo dos vidas, o más en Internet.

    La huella digital es algo ha llegado a mi generación, creo que somos ‘los perdidos’ pero rozando a los nativos digitales, sin que sepamos muy bien como gestionarlo.

    Los inicios de la participación en la red fueron bajo la mascara de un avatar, un nick, un usuario de foros que guardaba celosamente su intimidad y que formaba una personalidad oculta. Sin embargo la llegada de las redes sociales masivas, Twitter y Facebook sobre todo, han cambiado este paradigma y los usuarios regalan su intimidad.

    Vemos lo que comen, donde y cuando nuestros amigos, conocidos o simplemente cualquiera que tenga a bien exponerse.

    Como profesor de adolescentes y jóvenes les muestro, los resultados de una búsqueda de si mismos, tratando de hacerles ver que muchas veces sus vergüenzas son públicas y permanentes.

    Y que, aunque la normativa europea nos da el Derecho al olvido, este no es efectivo en la mayoría de casos.

    Se trata de pensar en como nos verá el yo del futuro, el responsable de RRHH que vea las fotos de las vacaciones de hace 10 años.

    La huella digital se convierte en un tatuaje muy difícil de borrar y que debemos ser conscientes de que nos marcará de por vida. Y que algo que puede ser gracioso entre amigos a los 18 nos puede apartar de grandes oportunidades a los 30.

    Creo que esta concienciación es imprescindible y que para llegar a ella debería empezarse por formar a los educadores.


    • Javier, para mí uno de los placeres o de las delicias de la tecnología, -en modo positivo-, es la de hacer algo que antes nunca se pudo hacer: la generaciones anteriores a la nuestra, salvo creencias esotéricas, o en la ficción literaria, nunca pudieron sentirse ‘cómodos’, como te ocurre a tí experimentando el tener dos ‘vidas’, o más, con capacidad de interacción con otros humanos vivitos y coleado en el mundo físico pero que también tienen ese mismo desdoblamiento intelectual que ahora permite lo digital combinado con Internet. Lo mejor para mí de esa experiencia es que se trata de eso, de explorar territorios intelectuales apenas explorados pro nosotros y nunca por nuestros abuelos y abuelas. Obviamente es un disfrute con sus riesgos, pero es un disfrute y una emoción, a pesar de que conocemos como he dicho sus riesgos y contrapartidas. Un disfrute que se deb aplicar con cierto grado de alerta. Y la alerta si que la llevan experimentando los humanos desde los homo sapiens y antes, o sea que por esa parte incluso nuestros genes están acostumbrados.

      Hombre, llamar a nuestra generación los perdidos me parece un poco exagerado. Es cierto que experimentando cosa que nunca había existido antes como el ‘mundo’ digital virtual, en algún momento, en algún lugar virtual podemos extraviarnos, por yo lo dejaría en ‘novatos’ de lo digital, pero tenemos a cambio la emoción de hollar lo nunca ante conocido. Eso no ocurre en cambio los ‘nativos digitales’ (aunque hay quien asegura que no existen:
      http://bit.ly/2n74N5H )
      Yo a los que tú llamas ‘nativos digitales’ ya los veo que todo lo digital ya lo dan por hecho como siempre hubiera estado ahi. O sea que la emoción de la exploración y el asombro no lo práctica, Ellos se lo pierden.

      Lo del ‘derecho al olvido’ es un tema muy interesante. Sirve para que la gente crees que puede ester tranquila porque tars pedirlo porque ya hay una ley que lo permite, le dan una satisfacción en forma de e-mail en el que una empresa le informa que su petición ha sido cursada y llevad a cabo, pero solo es eso, una gestión cuya eficacia dentro de la fractal inmensa del mundo virtual es ínfima. Google te podrá decir que ellos lo han eliminado de sus búsquedas, peor es no da ninguna garantia real (porque es imposible) que ese contenido haya dejado de existir en la inmensidad del universo global de todos los servidores conectados… Por eso esta bien que le recuerdes a tus alumnos de «hacerles ver que muchas veces sus vergüenzas son públicas y permanentes…» o ‘lo podrán ser en el futuro’ si «alguien las busca.»

      Suscribo lo que dices de que: «esta concienciación es imprescindible y que para llegar a ella debería empezarse por formar a los educadores.»…

      Y con esto llega une buena pregunta… sí pero
      ¿quién educa a los educadores.? 😉


      • Un par de apuntes solo. Lo de perdidos es pq soy de finales de los 70 asi que entro en la llamada ‘generacion perdida’.
        http://www.elconfidencial.com/sociedad/2015-06-14/que-fue-de-la-generacion-perdida_881949/
        Iba un poco por esto. Frente a los ‘nativos digitales’ que son los que nacieron a partir del 80… aunque por supuesto las fechas cambian.
        https://es.wikipedia.org/wiki/Nativo_digital
        Y segun wikipedia me toca la generacion X… es mas chulo apuntarse a aquellos tipos de principos del XX.
        En cuanto a la última pregunta que lanzas, lo tengo muy claro: esta es una de las competencias que deberia tener un docente, al igual que sabemos o deberiamos comunicar verbalmente o por medio de una pizarra. Y quien nos forma para escribir en una pizarra?
        Y por ahi va una idea que me ronda en la cabeza para asaltar el TFM… pero bueno, eso es otro rollo.


  5. La analogía no puede ser mejor. Creo que es importante y más aún en un mundo globalizado en el que la repercusión es mayor, el hacer un uso responsable y adecuado de Internet. Lo que hagamos en Internet, en Internet se queda. La información es muy valiosa para que sea borrada. Sino que se lo digan a Malte Spitz que su compañía de telefonía tenía más de 35.830 líneas de código con información suya http://bit.ly/1pwUiAf

    Hoy en día usamos Google para todo, y cuando conocemos a una persona lo primero que hacemos es buscar en Internet para ver que encontramos. Por eso, es importante que nuestra perfil digital sea lo más acertado posible.

    En Japón por ejemplo, se le da mucha importancia a las tarjetas de visitas o como ellos las llaman, los meishi http://bit.ly/2nt6r2j Una buena presentación puede llevarte al camino del éxito.

    Yo por experiencia propia, siempre recomiendo que se separen el perfil profesional al personal. En mi caso, mi cuenta personal de Twitter empezó con un uso más personal y finalmente el ámbito profesional la fue acaparando. Asimismo, debemos separar opiniones personales con las “institucionales”. Por ejemplo, en nuestra empresa, este es un error que suele pasar más a menudo de lo que pensamos.

    Lo que si está claro es que hoy en día gestionamos diferentes perfiles digitales, al igual que en nuestra vida gestionamos nuestros diferentes roles sociales. No es lo mismo el rol de profesor, o padre, amigo, … Por este motivo, es importante saber separar cada situación, además el comportamiento no es el mismo frente a un cliente que a un amigo o familiar.

    Sin duda, nuestra presencia digital dirá mucho de nosotros. Desde que foto ponemos en nuestro perfil en una red social http://bit.ly/2mmmaAs o inclusive dependiendo del correo electrónico que usemos http://bit.ly/2nLh5ie.


    • Miguel Angel, me alegro de que coincidamos en nuestras preferencias sobre las analogías.
      Me parece muy acertado que les digas a tus alumnos que ‘separen’ el perfil profesional del personal. Y no es menos importante lo de que «debemos separar opiniones personales con las “corporativas”. Comparto contigo que eso es importante. Entrar a algún ejecutivo en su cuenta de empresa a través del iPad de sus hijos combinado con usar una contraseña muy débil fue algo que pagó muy caro. Lee si te interesa el tema este texto que escribí (mi titulo era «Los Papeles de Panamá no estaba en la caja fuerte). Está en: http://bit.ly/1SDyxgv

      También me parece muy bien la reflexión sobre que «nuestra presencia digital dirá mucho de nosotros».

      Una sugerencia… ¿Porque no aplica esos criterios en la tarea que os he pedido de crear vuestra auto-presentación en Alf? Eso estaría muy bien. 😉
      Ya hay quién lo ha hecho.


  6. Reblogueó esto en Ticteando por el Ciberespacioy comentado:
    Artículo muy interesante sobre huella digital e identidad en la red.


  7. También podríamos comentar cómo se regulan las responsabilidades penales de nuestras identidades digitales. Me refiero al caso de la murciana Cassandra Vera que hoy ha sido condenada a un año de cárcel por los comentarios que hizo hace pocos años sobre la muerte de Carrero Blanco.
    Sin entrar a valorar la si la pena impuesta es desmedida o proporcionada, lo que podemos es reflexionar sobre la importancia de la gestión y el control de nuestra o nuestras identidades digitales. ¿Podemos hacer o decir en Internet lo que no decimos en nuestra vida real? ¿Cómo se regula la libertad de expresión en la Red? ¿Es necesario penalizar los comentarios vertidos por los usuarios de las distintas redes sociales? (Gutierrez Martín dedicó un capítulo completo a la libertad de expresión en su libro La alfabetización en la era de Internet, 2003).
    En todo caso, tenemos que ser conscientes de que, miles de personas, bajo el aparente anonimato que proporciona la Red construyen identidades ficticias para dar rienda suelta a todo lo que , quizás, no hagan en su vida real: insultar, difamar, provocar, alarmar con falsos rumores o en su vertiente aún más oscura: estafar, engañar, delinquir, ocultarse bajo una falsa identidad para conseguir fotos de menores, chantajear, etc.

    Por todo ello, es necesario que nuestra identidad digital sea un fiel reflejo de lo que queremos ser en la red y del rol que asumimos en este universo paralelo que es Internet. Podemos construir mil avatares, mil identidades que respondan a nuestros deseos y pasiones más secretas y oscuras pero lo que no podemos hacer es utilizar esas identidades para engañar a la gente o para provocar un daño que pueda ser irreparable.


    • Hay aquí varios planos.
      En cuando a las consideraciones legales: En primer lugar, vivimos en un sistema democrático. -y por supuesto, perfectible., en el que habría que debatir en profundidad si las valoraciones que hacen los organismos judiciales y también los legisladores deben aplicar el mismo criterio, en el legislar y en valorar legalmente, a las acciones en el mundo virtual que a los hechos del mundo real; y también, si un tuit de 140 caracteres tiene el mismo carácter que un ‘panfleto’, o unas declaraciones en la radio o la TV, o en un mitin. Así que habría que analizar en profundidad si eso que se llama ‘alarma social’ que argumentan a veces en el mundo legal, como motivo de agravante en cierto casos, se corresponde o no, con la naturaleza del sistema del mundo virtual y sus lógicas, que son diferentes a las del mundo físico. En general, en el mundo de lo ‘oficial’ incluido el mundo de la judicatura, salvo casos excepcionales, el nivel de alfabetización sobre la naturaleza de lo digital y lo virtual es muy muy bajo. Seria conveniente en mi opinión corregir eso todo lo posible.

      En segundo lugar, desde el punto de vista del usuario: La percepción que tenemos los que leemos en twitter, por ejemplo, nos da una falsa sensación de ‘totalidad’, cuando en realidad no es así. Un tuit lo leen solo los seguidores de un usuario, e incluso cuando se convierte viral lo lee una cantidad muy limitada de gente (incluso los usuario solo leen lo que coincide aleatoriamente en tiempo cuando su atención individual está focalizada en concreto en ello. Solo cuando el tuit pasa a los ‘mass media’, (lo medios que emiten ‘de uno-a-muchos: p. ej.: el telediario de una TV o la publicación en un periódico o la emisión den un noticiario o tertulia de radio), la suma de la audiencia es bastante mayor, comparada con su difusión en un rincón de la gigantesca y multidimensional ‘fractal’ del mundo virtual donde miles de millones de ‘mensajaes compiten todo el tiempo entre sí, por la atención de los ‘conectados’ (no solo personas sino tambien ‘bots’ y algoritmos, eso suponiendo podamos adjudicarle la capacidad de la atención selectiva a un algoritmo).

      Y en tercero: hay una confusión por parte de usuarios inexpertos, -si, una enorme masa de inexpertos porque no conocen la naturaleza de lo digital y del efecto red, y por tanto sus cadena causales-, entre el ámbito privado y el publico de una opinión, un pensamiento o una frase publicada en algo como twitter. No digo una argumentación porque en 140 caracteres no cabe y la inmensa mayor parte de los usuarios no sabe usar la narrativa (storytelling) de los micro-mensajes, usando varios para matizar y argumentar y publican cada tuit con una ‘sentencia’, en el sentido de refrán’, sin matices, ni paliativos. Yo creo que el caso de la tuitera que mencionas, para su desgracia, entra en este ámbito.

      En cuarto y ultimo lugar, -y reitero que todo esto es sólo mi opinión-, el Internet social, como en otros ámbitos de la dinámica actual de la comunicación se ha convertido en un ámbito en que lo usuarios, en una enorme proporción, están buscando acercarte a lo que los anglosajones es llaman ‘celebrities’ y en nuestra país llamamos el ‘famoseo’, -de todo tipo-, que no solo es aplicable a los ‘famosos’ de la TV o las revista del corazón, sino también en todos los ámbitos del Internet social: usuarios y usuarias, youtubers o ‘instagramers, de toda edad y condición, que intentan y tiene el ansia por ser ‘socialmente relevantes’ a veces, a cualquier precio. Casi todos sabemos que un método para conseguir la ‘relevancia’ o ‘fama’ en ciertos ámbitos hoy en día, puede ser publicar algo que sea provocador o incluso denigrante u ofensivo para alguien. ¡Ojo!, en eso se basa, precisamente en ‘ciberbulling’. También se está usando en otros ámbitos (el diseñador David Delfin los consiguió con us primer desfile son sus modelos encapuchadas y con soga al cuello, del cual luego, de inmediato renegó muy calculadamente). Se usa esta técnica, también muy calculadamente, incluso en la sesiones parlamentarias (de los lugares donde hay democracia, obviamente). Internet como cualquier herramienta se puede usar para lo mejor y para lo peor. Lo que ocurre es que nunca en mayor grado que aquí, lo que es ‘mejor’ o ‘peor’ pueden tener explicaciones contrarias, según para quién. La tuitera ha declarado que le ‘han arruinado’ la vida, ya que esta segura de que no le van a renovar la beca, etc. Bien: se podria plantear un casi interminable debate, con esta causa, -como con mucha otras-, ante este episodio sobre los límites de la libertad de expresión en la democracias del mundo occidental actual, e incluso en el mundo global, hay muchos debates sobre ello con sosas que están pasando [ http://bit.ly/2lzmisA ]: porque el tuit de la ‘broma’ en cuestión (asi la han calificado sesudos/as columnistas) ha salido de su smartphone luego seguramente ha recorrido servidores en diverso lugares del mundo hasta salir en la interfaz de twitter (un camino global), de sus ‘followers’ extendiéndose después (un trayecto local), a diarios y TVs, y acabando en una sala de la Audiencia Nacional. Si uno mira la foto que ilustra las noticias, se puede ver a la tuitera (seguramente por consejo de sus abogados), muy correcta y elegantemente vestida. Pero ella no tenia esos abogados para aconsejarla sobre las consecuencia legales de publicar determinadas frases en twitter. Seguramente si esos mismos abogados le hubieran asesorado antes de publicar ese, o esos, tuits, y hubiera sabidos previamente de las consecuencia legales de su acción de publicar, en mi opinion, muy probablemente no hubiera publicado ese tuit y muchos otros, más allá de sus opiniones. De la misma forma que a nadie, independientemente de su opiniones sobre la justicia se le ocurre insultar al juez que le esta juzgando, incurriendo en lo que legalmente se llama en cualquier ley del mundo civilizado ‘desacato’. Yo creo que esta tuitera, -y no le estoy afeando la conducta-, ha estado tuiteando sin conocimientos suficientes de las leyes causales de lo que Tim O’Reilly llama el ‘Efecto red’.
      Corolario:
      Más allá de un gran debate sobre la libertad de información y opinión en el mundo de Internet Social que esta pendiente, y en el que estamos solo en sus comienzos y hay que avanzar, y sobre el que la inmensa mayoría suelen opinar desde una ignorancia supina, hemos de tener en cuenta las consecuencias de nuestros actos en el ámbito lo digital y de la red en general y de las redes sociales en concreto. Mucha gente cree que el caso de esta tuitera es muy paradigmático y de que estos problemas solo pasan en España, pero no es así. En comparación con otros, como por ejemplo el que finalmente desembocó en la tragedia del suicidio del genial y joven Aroon Swartz:
      https://es.wikipedia.org/wiki/Aaron_Swartz
      Así que, con todos mis respetos, hacia la tuitera un asunto menos grave que otros. A Arron le costó la vida. Para mi, con todos mis respetos hacia ella, es un caso de ignorancia personal. Y eso mismo ocurre, -lo de la ignorancia-, a nivel general de la naturaleza del Efecto red, que como siempre es aprovechado por trolls de todo tipo: desde los del poder a los de la política, los mass media o los intereses hipócritas y/o económicos cruzados de todo tipo. O sea, múltiples opiniones interesadas de todo tipo, en muchos casos escondidas tras la coartada de algo muy positivo que todos deseamos: libertad de expresión y democracia auténtica.
      ¿Qué no sabes lo que es un troll y cómo actúa?… bueno, ese es otro debate. Mientras tanto lee más Wikipedia…., (perdón si sabes todo sobre trolls, que también podría ser ;-).
      Como resumen final de mi comentario: deberíamos saber mucho más sobre la naturaleza de los medios digitales y hasta dónde pueden llegar, -para nosotros en concreto-, las consecuencias que tienen o pueden tener, cualquier acción de las que realizamos con las herramientas digitales que usamos.
      El consejo: avanzar en nuestra alfabetización digital personal y de toda la sociedad: hay que combatir la ignorancia digital. Eso será bueno incluso para los que defendemos la libertad de expresión.
      Y de verdad siento que aún, hoy en día, a alguien el publicar un tuit le traiga tan nefasta consecuencias, pero hay que usar twitter con mucho mayor conocimiento de causa. Esa es mi opinión el respecto.


      • No estoy tan de acuerdo en lo que afirmas sobre «Un tuit lo leen solo los seguidores de un usuario, e incluso cuando se convierte viral lo lee una cantidad muy limitada de gente». Hay muchas personas que realizan búsquedas por palabras clave en las redes (por ejemplo, «Carrero Blanco», para ver todo lo que se ha dicho sobre él). Yo misma me he encontrado varias veces en una situación que podría refutar lo que comentas. Por ejemplo: comparto una fotografía de mi ciudad con su localización puesta. Al rato, me encuentro con mi fotografía siendo RT por 5-10 usuarios (que no me siguen) que comparten noticias e imágenes de nuestra ciudad. Si yo tengo 300 seguidores, y estos usuarios a su vez tienen unos 10K seguidores (y entre ellos más perfiles similares a los suyos con una cantidad semejante de seguidores)…¿Dónde acabará mi foto al cabo de unos días? Y esto con una simple imagen de una puesta de sol, no quiero imaginar con algo más serio. Desde mi perspectiva, llega a mucha más gente un tweet que un panfleto (aunque en ambos casos hay una gran parte de receptores del mensaje que lo ignoran, ya sea pasando a otro tweet o tirando el panfleto directamente a la basura). Creo que, al menos en mi entorno más cercano, las noticias nos llegan principalmente por las redes sociales y no por los medios tradicionales (TV; prensa…). Como hecho curioso, actualmente sólo mi abuela me comenta noticias de actualidad empezando por «vi en la tv que…». En el resto de los casos, todos nos enteramos a través del entorno web. Pero claro, digo esto basándome en mi entorno, tampoco puedo generalizar…Sólo me gustaría dar mi opinión al respecto.

        En cuanto al caso concreto de esta chica…En fin, creo que en este país somos expertos (o son, mejor dicho) en ocultar los delitos más graves que realizan los que tienen más poder, con delitos menores que realizan algunos ciudadanos (este caso, el de los titiriteros, los que van a prisión por robar comida para sobrevivir…). Y, al final, creo que no se trata más que de «atemorizar» a la población. Los grupos de poder saben que las redes sociales tienen mucha fuerza, nos permiten comunicarnos, informarnos (inteligencia colectiva, recordemos) y…No les interesa que sepamos según qué cosas. Pero en fin, esto ya es un debate demasiado extenso.
        Por otro lado, por supuesto que no defiendo a Cassandra Vera. El supuesto anonimato que dan las redes sociales es suficiente para que determinadas personas (inconscientes y desinformadas sobre las redes sociales, la falta de privacidad que conllevan y la imposibilidad de borrar lo publicado definitivamente) se dejen llevar y confundan el término de «libertad de expresión». La libertad de expresión existe, o debería de existir, por supuesto. Pero creo que el límite está en no ofender a alguien con su opinión, y contínuamente este límite se transpasa. Miles de comentarios ofensivos desde cuentas falsas tanto a personas «famosillas» como anónimas cada día. Esta reflexión se hace en la película «Nerve, un juego sin reglas», que os invito a ver si no lo habéis hecho. En un momento determinado de la película, los usuarios de un juego, protegidos por su anonimato, se deshumanizan, llegando a realizar acciones que pasan todos los límites legales y éticos. Sólo vuelven a ser consientes de lo que estaban realizando cuando sus identidades se ven al descubierto. ¿Qué pasaría si al publicar un tweet (o fotografía o publicación) salieran nuestros datos personales al lado obligatoriamente? Seguro que no habría ni de lejos la cantidad de «trolls» por internet qye hay ahora. Y eso que realmente, nadie es totalmente anónimo en la web… Da mucho que pensar eso, y yo llego a una conclusión fundamental: la sociedad necesita una urgente alfabetización mediática.


      • Sara, desde luego, pero yo lo decía en el contexto de que estamos hablando.
        Te voy a poner un ejemplo de ayer mismo. A mi me retuiteó antes de ayer un tuit Tim O’Reilly, -que tiene 1,98 millones de followers-,
        TWEETS
        41,1 K
        SIGUIENDO
        1.678
        SEGUIDORES
        1,98 M
        ME GUSTA
        2.792
        …………
        que es una cantidad enorme comparada con la de otros.
        Depués vi la métrica de la actividad de mi tuit y twitter me dijo, sobre ese tuit:
        Impresiones 11.507.
        Interacciones totales 57.
        Clics en el enlace
        26.
        Abrir el detalle
        11.
        Clics en el perfil
        10.
        Me gusta
        6.
        Retweets
        4.
        …………….
        Daría la impresión que el que O’Reilly lo tuiteara generaría muchísima audiencia, casi una proyección exponencial, pero no es así.
        Lo que si genera mas proyección social, hoy por hoy, es que eso salte y se combine con periódicos, radio y TV (mass media) que se retroalimentan entre sí (y con los poderes de la sociedad). Los jueces creo que aun hoy no adjudican una ‘alarma social’ a algo porque esta en twitter o en Facebook o Instagram, sino porque sale en los telediarios y en la prensa escrita.
        En cambio los que usamos twitter y las redes sociales tendemos a maximizar o a exagerar su influencia porque nosotros lo usamos, y hemos de ser conscientes de eso. No te digo que no haya gente que haga búsquedas o mire lo de los ‘trends’, pero hasta que no se hacen los periódicos eco ( y la radio y la TV repiten lo que dicen los titulares de la prensa escrita), no lo consideran decisivo la autoridades.
        Hoy por hoy en España, tiene aun mas impacto en al opinión publica los noticiarios de TV y los titulares de prensa que los particulares leyendo un tuit. Entiendo que las cifras que manejan a nivel global algunas personas muy famosas (mundialmente) en las redes sociales (con decenas de millones de seguidores sí tienen cifras enormes), pero lo que estamos tratando es un asunto solo de nuestro país. Y las cifras son las que son, o sea, no muy grandes y de una audiencia muy fragmentada.
        Otra cosa es que nos parezca desproporcionada, o no, una sentencia o una aplicación de una ley, o la redacción de la ley misma. Eso es otra cosa. Yo te contestaba a lo que decías de las cifras. El tuit que te he dicho antes que me retuiteó O’Reilly teóricamente lo debieran ver todos sus seguidores, pero no fue así, -la métrica del tuit que me ha dado twitter es esa-. Lo pone bien claro: 1,97 millones de seguidores han producido solo 11.000 impresiones. Mas o menos esa suele ser la proporción. Todos los seguidores de alguien no lo ven todo, lo podrían ver, pero no están todo el tiempo viéndolo, mirando ni rebotándolo. Que potencialmente pudiera ocurrir no quiere decir que ocurra. La cronología inversa de twitter va desapareciendo hacia abajo rápidamente empujados hacia la oscuridad comunicativa por más y más tuits que van apareciendo arriba y, el hecho de que hay pasado por una pantalla en la que podríamos haber estado mirando, no quiere decir que lo hayamos hecho. Lo mismo con los otros medios sociales. Cuidado que hay mucho equivoco con esto y, por ejemplo el mundo de la publicidad suele extrapolar algo potencial hasta algo que ocurre, pero los hechos y las cifras son los que son.

        Lo que te he explicado son los mecanismos y su cifras. Otra cosa es lo de la ‘libertad de expresión’, etc. y si las cosas, o la medidas son injustas, o desproporcionadas, y el uso que hacen los poderes, -de todo tipo-, con la información. Ahí entraríamos en un debate de opinión con tantos matices, que este cero que no es el mejor medio para ello. Sobre el anonimato que dices, también hay que matizar: como tantas cosas en lo digital, es un anonimato ‘asimétrico’. Es ‘anonimato’ para los usuarios normales como tú y como yo, pero no para los dueños de los servicios y las empresas: cada conexión se hace desde una IP concreta y esta localizada (para ellos). De la misma manera que cada vez que haces algo desde un lugar concreto con un smartphone, el que te lee o recibe tu llamada, tanto da, no sabe donde estás y si entras con un ‘alias’ quizá tampoco, sepas quién eres en realidad, pero pero ejemplo si lo sabe la empresa que te proporciona la conexión, (y sus maquinas), saben desde que IP la realizas, y desde qué geoposicionamiento la haces. Saben desde que antena de telefonía concreta estás obteniendo la conexión, y diría más: saben donde está tu móvil aunque no estés llamando si lo tienes con la SIM en él. En eso se basa la cobertura ubicua de la telefonía móvil.

        Y te doy la razón: la sociedad necesita una urgente alfabetización mediática, pero te hago unos matices: no la sociedad sino las personas (cualquier acción con los medios digitales es individual), y te diré más siendo mal pensado: que hay poderes a los que interesa que haya alto nivel de ignorancia sobre muchos temas en la gente, y sobre los de la tecnología también). La cueva de aprendizaje cero no es inocente. Como dice Stallman, tu dispositivo conectado, o tu ordenador no debería hacer algo que tú, que eres su dueña, no sabes que está haciendo. Y tampoco tu máquina, que has pagado, no debería hacer algo que tu no quieres que haga, peor lo hacen,s e conectan con las empresas sin que tu lo sepas o lo hayas ordenado. A la gente ignorante se la manipula más fácil. Eso es una regla general. Incluso se puede conseguir que se comporten (incluso voten) en contra de sus propios intereses. Así que debemos pelear a favor de una mayor la alfabetización digital, y eso es una parte importante de la lucha general contra la ignorancia en la sociedad actual, porque hoy una parte destacada de la ignorancia general es la ignorancia sobre lo digital. Y en esa pelea contra la ignorancia estamos.


      • Sara, ya te he respondido en el blog a tu comentario.

        Gracia por el interes.

        😉

        Adolfo

        ________________________________


    • Creo que ya se han mostrado todos los puntos de vista pero me gustaria plantear un dilema respecto al tema de la tuitera Cassandra y es: Si la ley dicta que este tipo de comentarios o tuits (si la red social es Twitter) son una falta o incluso un delito parece obvio que en un pais democratico las fuerzas de seguridad lo persigan. Ahora bien, se entiende que lo deberian hacer en igualdad para todos los ciudadanos. En esta autopista que son las RRSS ¿quien decide donde se pone este ‘radar’? O mejor aun, ¿quien decide cuando hace la foto y cuando no?
      Las RRSS y los periodicos están plagados de comentarios xenofobos, homofobos o que hacen mofa de personajes más o menos públicos, vivos o muertos. Pero solo unos cuantos importan.
      Tal vez entonces el problema esté en un poder politico/legislativo que no puede, sabe o quiere legislar sobre un fenomeno que se dice ‘se le escapa’ pero que usa como medio propagandistico a la perfeccion. De manera abierta o en forma de trolls a sueldo.


      • Javier, no se si la metáfora de la autopista es la que usaría yo para las RRSS. Tampoco usaría quizá la del ‘ágora’ o la ‘plaza’. porque no conozco ninguna ágora o plaza fractal… si se usara la autopista, la única que se me ocurre sería una ‘autopista mlti-dimensional’ pero eso es más como un holograma en relación a la escena que describe: es como un punto de vista multidimensional… En fin es difícil describor algo tan complejo de forma coherente en una sola metáfora.
        ¿Quien decide donde se pone este ‘radar’?… sí, esta claro, una cosa esencial es ‘quien decide qué’.<pero si como le digo en el mensaje anterior, si en tecnología nuestras propias máquinas hacen cosas que no sabe el dueño, -o sea, nosotros-, que la ha comprado y la posee (Eso cree él), cómo podemos planteaar cosas como las que dices: ¿quien decide donde se pone este ‘radar’? y…. ¿quien decide cuando hace la foto y cuando no?

        Item más, estoy de acuerdo en la pregunta que formulas de las RRSS pero afirmas: "…Pero solo unos cuantos importan."— Y claro, al leerte me vine a la cabeza algunas preguntas: ¿cuando importan a quién, o a quiénes?

        Por contestar a tu último párrafo, creo que para legislar es imprescindible comprender aquello sobre lo que se legisla y comprender es el siguiente paso a 'saber' sobre eso algo. Y si no saben ¿cómo van a comprender? y si no comprenden algo ¿como van a ser capaces de legislar sobre algo que no comprenden. Ahí está, creo, la esencia del problema. No solo en no saber sino, además en la incapacidad de comprender cómo funcionan la cosas. Si se legisla sobre ello sin comprenderlo, lo que se legisle probablemente será injusto.


    • El problema es que la gente confunde libertad con libertinaje, y si eso pasa en todos los ámbitos y en Internet aún más. Los casos de ciberataques han aumentado http://bit.ly/2nGBjse y se producen de todo tipo. Creo que existe una sensación de impunidad. Como dice Daniel Ventre: «El ciberespacio es un terreno ajeno al derecho y los estados no parecen muy preocupados por remediarlo». http://bit.ly/1zRawhT

      Si encima unimos a la sensación de impunidad, el hecho, que la tecnología va por delante de las leyes. El problema es mayor.

      «Los expertos piden adaptar la ley a las nuevas tecnologías»
      http://bit.ly/1NgLTvF Según Fernando Vives (Garrigues) «desgraciadamente, el Derecho va por detrás de la realidad», porque «si la ley fuera por delante, actuaría como contención. El Derecho tiene que ir muy próximo a la realidad, pero siempre por detrás».

      Los conflictos de los servicios como Uber o Blablacar, o el uso de Drones son claros ejemplos de que la tecnología o los nuevos servicios van por un lado y la legislación van por otra.

      Después tenemos otro dilema, ¿qué pasa cuando te haces viral o tu huella es «impresa» sin tú saberlo? Por ejemplo, son muchos los casos que se han visto privado de su privacidad cuando han sido captados por Google. Por ejemplo la mujer desnuda captada por el Google Street. http://bit.ly/2o5PudS

      Sin duda, el debate esta abierto y y seguirá abierto.

      Si bien, al final la legislación va imponiéndose. Lo único, es que la persona que se ha comprado un Drone de 2000€ antes de la normativa, ahora no lo puede usar pues la sanción puede ser astronómica sino se saca la licencia.

      También otros ámbitos se van «modernizando», por ejemplo el otro día revisando el seguro de mi hogar veo que tengo incluído el servicio de «Eliminación de la huella digital en caso de fallecimiento de familiar del que sea heredero legal». Esto es totalmente nuevo pues antes no lo he tenido en ningún otro seguro.


  8. Mi impresión es que la identidad digital parece aumentar su relevancia con el paso del tiempo. Bien por todos los casos de intervención judicial que se mencionan en los comentarios (Casandra Vera, Aaron Swartz, etc) o puede ser por el baño de alfabetización digital que supone este máster.

    El problema es que al mismo tiempo que la interacción presenta un riesgo, es en esta misma Sociedad del Riesgo y la incertidumbre es que se vuelve más necesaria que nunca la pertenencia a una buena comunidad virtual. Por ejemplo, gracias al Post, pude acceder a la página softonic y sus descripciones de fotos de perfil e emails. Este tipo de información es realmente difícil de localizar para mi, y muchas de las mejores herramientas de discriminación de información que utilizo en la actualidad son gracias al máster. Y lo mismo podría aplicarse al terreno laboral: más que nunca, es importante continuar en contacto con tus colegas o formar parte de redes como LinkedIn.

    No obstante, al formar esta red o cualquier otra, es difícil concentrar los contactos de forma excluyente. Y si las redes no se pueden dividir, quizás la mejor alternativa sea dividirse uno mismo. Plantear su interacción casi desde una partición de identidades, de alter egos (uno para cada comunidad) y ser estricto a la hora de añadir los contactos a cada una de ellas. El problema es que hay corrientes que proponen converger todas las redes en un yo integrado (durante una época tuve la misma foto de perfil en todas las redes). Y esto dificulta tanto la interacción que parece acercar la prudencia a la más improductiva neutralidad.

    No sé qué forma tomará el nuevo código judicial. Pero para aquellas personas que aún no han adoptado un nivel de alfabetización digital elevado, o necesario, se debería contar con que las redes han invadido el espacio privado de forma tan abrumadora y abrupta que no sería justo contemplarlo como un ágora (y aplicar la misma jurisdicción). Pero si ser utilizada como una herramienta testimonial cuando el hecho se produce en el ágora misma. Como puede servir de ejemplo el caso del metro de Barcelona (lo detuvieron gracias al Facebook).Lo mismo debería aplicarse para cualquier instrumento de control social. Por ejemplo el crédito social chino.


    • Bruno, estoy de acuerdo contigo que con el paso del tiempo, la identidad y la huella digital aumenta su relevancia. El problema es que los medios sociales del Internet del ‘tiempo real’ junto con la moda, favorecen las repuestas instantáneas lo cual va en contra de la reflexión, es decir, pensar y luego publicar y no al revés, que es lo que esta haciendo la mayoría de la gente.
      Otra falsa impresión de los usuarios de internet es que como la acividad la haces de forma ubicua e individual, te da la impresión de que nadie te ve mientras lo haces y si llevan a cabo alguna acción punible vas a salir de ella sin que te pase nada. Esa es otra falsa impresión. Si hay un sitio en que las acciones quedan absolutamente registradas ése es Internet. Lo que ocurre es que los servicios de las redes sociales están proporcionados pro empresas y estas empresas deben colaborar con la justicia. Esa empresa tienes registradas, lo mismo que les de la telefonía móvil, todas nuestra acciones en la red. El problema es que, pro ejemplo, en el caso de Facebook estamos hablando de más de 1.700 millones de usuarios y hay que poner los medios para obtener rápido el registro de las acciones punibles y comunicarlas las autoridades, peor eso cuesta tiempo, trabajo de su personal y dinero, y ahí esta la pega, que ellos quieren colaborar con la autoridades locales donde reside el que ha hecho la fechoría, pero como registro de algo que ha hecho alguien en la red, esta totalmente registrado. Son las leyes nacionales las que deben permitir el servicio en su territorio a estas empresas siempre que cumplan las leyes. Ese es el reto.

      Por cierto que si te interesa lo del crédito social en China, no hace mucho publiqué esto sobre la Gamificación por el Estado de la conducta ciudadana en China:
      http://bit.ly/2lzmisA
      Miralo por si te interesa.



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